Foro: “Identidad Nacional y Construcción de Ciudadanía. Organizo: Fundación Friedrich Ebert. 20 de noviembre de 2010.
Dedicado al Maestro Ricaurte Soler Batista (1932-1994) Filósofo, Historiador y Escritor Panameño.
Muy Buenas Noches Compañer@s de la Mesa Principal y Presentes. Agradezco a la Fundación Friedrich Ebert y a los Compañer@s Coordinadores Anastacio Rodríguez y Lilian González por la invitación para ser parte de la mesa principal. Aprovecho para felicitar al Compañero Director Luís Romero y su equipo de trabajo por la presentación en el día de hoy del Documental “El Ultimo Soldado.”
Palabras Introductorias: «No es cierto como se ha dicho que no se vive de dignidad. Se come y se vive de dignidad, cuando a esa dignidad la acompaña el trabajo y la honradez, y la explotación de nuestras propias riquezas. Viviríamos así para nosotros mismos, y seriamos un pueblo con patria y con nacionalidad propia, que quien sabe si es lo que necesitamos. Si llegase al extremo de que los norteamericanos abandonaran el Canal —muy improbable— viviremos dignamente explotando nuestros propios recursos: QUE SE LLEVEN SU CANAL.” Palabras pronunciadas por el Dr. Octavio Méndez Pereira (1887-1954) pensador y político liberal panameño, el 15 de marzo de 1947, 9 meses antes del rechazo popular y social al Convenio de Bases o Filós-Hines.
1- ¿Que es Identidad Nacional? Trataré más que contestar a la pregunta, hacer una reflexión propia, tomando en cuenta mi área de especialidad y docencia, la Filosofía y la Ciencia Política y mi posición como joven egresado del Programa Agentes de Cambio y militante del movimiento popular y social. Más que hablar de una “Identidad Nacional” se debería hablar de distintas Identidades Nacionales en función de que no somos un pueblo o conglomerado de seres humanos homogéneos, sino heterogéneos. La existencia de toda una serie de culturas, influencias, tradiciones y costumbres venidas de otras naciones y pueblos, adoptadas como propias; la presencia física de dichos pueblos; ser una nación de tránsito permanente de seres humanos y de paso de bienes; nuestra posición geográfica; el comercio mundial; el mercantilismo; el librecambismo; los puertos; el Canal y el Ferrocarril de Panamá, han condicionado de alguna manera que seamos un país de múltiples identidades nacionales. Estimo necesario mencionar en relación al tema que nos ocupa a Don Mariano Arosemena de la Barrera político, pensador, escritor, historiador, periodista, poeta y comerciante liberal panameño (1794-1868). Fue uno de los gestores y próceres de la Independencia de Panamá de España en 1821, propulsor de la primera imprenta y del primer periódico en el país “La Miscelánea del Istmo” (1820), organizador del Gran Círculo Istmeño (masón) y vocero del Club Patriótico Los Amigos del País que promovía la creación de una liga hanseatica y padre del Dr. Justo Arosemena. Escribió los “Apuntamientos Históricos”. Los siguientes versos escritos por Don Mariano Arosemena, los cuales considero una ejemplificación de la ideología y concepción de la burguesía panameña en torno a nuestra posición e identidad en el mundo:
“Salve patria amada,
Feria peregrina,
Por do se camina
De uno al otro mar;
Plegue que en tu seno
Vea el mundo reunidos
Sus frutos, sus tejidos
cuanto hay comercial…”
Para continuar con la reflexión es necesario tener en cuenta que el concepto Identidad se le puede definir como el conjunto de propiedades, rasgos distintivos, elementos y accidentes que caracterizan o definen a una persona o cosa, en el caso que nos ocupa la nación. Por razones de tiempo y espacio, no haré una profundización rigurosa y pormenorizada del universo de propiedades, rasgos distintivos, elementos y accidentes que nos caracterizan o definen, pero si mencionaré algunos que considero principales. El elemento indígena; el afro (caribeño-antillano y colonial); el español; el campesino, interiorano o rural y el urbano o citadino son los que principalmente nos han conformado como pueblo y nación. Igualmente se han dado toda una serie de inmigraciones de chinos, judíos, árabes, palestinos, pakistaníes, indios, italianos, griegos, colombianos, dominicanos, entre otras nacionalidades y pueblos que han aportado humana, cultural, material y económicamente a nuestro desarrollo, crecimiento y enriquecimiento.
Hay otras temáticas y problemáticas relacionadas a la Identidad Nacional caso por ejemplo de la Panameñidad o el Ser Panameño, reflexionadas desde la Filosofía Panameña o de lo Panameño, principalmente siendo sus zapadores los filósofos, profesores y escritores panameños, Doctores Diego Domínguez Caballero (1915); Isaías García Aponte (1927-1968); Ricaurte Soler Batista (1932-1994); Ricardo Arias Calderón (1933) y Julio César Moreno Davis (1938). El Dr. Alonso Villarreal Pinzón quien en vida fue profesor de filosofía de la Universidad de Panamá, en una ponencia titulada “Identidad Nacional desde la Perspectiva de la Filosofía en Panamá” nos señala: “El tema de la identidad nacional, o como lo han planteado algunos de nuestros filósofos, el problema de determinar qué es “lo panameño”, es realmente complejo, inagotable y además difícil de dilucidar. Ello es así, porque en él van involucrados múltiples enfoques disciplinarios y todos ellos aportan valiosos elementos para su posible solución; y porque, además, nuestra subjetividad tiende a involucrarse en él honda e irremediablemente, ya que todos somos y nos sentimos panameños.” (Villarreal 2000, p. 25). (Ponencia presentada en las “Jornadas Científicas Interdisciplinarias” de la Universidad de Panamá, ofrecidas por el Centro de Investigaciones de la Facultad de Humanidades CIFHU, en junio del 2000 en la Revista Diálogo Filosófico).
El Dr. Villarreal en la misma ponencia afirma en torno al tema del estudio y abordaje académico e intelectual de la Identidad Nacional: “De hecho ninguna disciplina por sí sola, ninguna corriente de pensamiento o doctrina ideológica aplicadas al tema de lo nacional, puede con exclusividad dar razón de todas sus implicaciones; la Historia, la Sociología, la Psicología, la Literatura, la Antropología, las Ciencias Políticas y la Filosofía en sus diversas temáticas: ontofenomenología, filosofía del hombre y de la cultura, filosofía de la historia, los estudios morales y axiológicos, etc., todos están en capacidad de aportar sus luces sobre el tema de la identidad nacional.” (Villarreal 2000, p. 25). El estudio y abordaje de la Identidad Nacional desde la academia panameña ha sido enriquecida y profundizada por el carácter inter y multi-disciplinario con que se ha teorizado y de las diversas posiciones y tradiciones filosóficas, ideológicas y políticas de los autores que la han estudiado. En su ensayo “Lo Panameño, Motivo y Sentido de su Investigación” el Dr. Domínguez Caballero señala la tesis que nosotros consideramos central en ese trabajo de investigación y que sintetiza su pensamiento de lo panameño: “Sentimos, en esta circunstancia, que un problema ético fundamental para los panameños, es el de su propia identidad. Ser quien en realidad somos. Hay que partir de la identidad personal y nacional. Quien soy como persona. Quien soy como ciudadano de esta nación. Por ello esta búsqueda de la identidad nacional se convierta en una necesaria empresa moral. Sólo seremos en tanto seamos moralmente. Hacemos y conformamos nuestro ser en la acción moral.” (Caballero 2004, p. 13).
Los ensayos seminales, “Lo Panameño, Motivo y Sentido de su Investigación” (1946) y “Razón y Sentido de lo Panameño” (Edición 2004) del Dr. Domínguez Caballero; “Naturaleza y Forma de lo Panameño” Tesis de Licenciatura en Filosofía, Letras y Educación con Especialización en Filosofía e Historia, dirigida por el Dr. Caballero y presentada en 1954 (Edición 2003) por el Dr. García Aponte; “Formas Ideológicas de la Nación Panameña (Edición 1963) del Dr. Soler; “Reflexiones Filosóficas sobre el Ser Panameño” (Edición 1981) del Dr. Arias Calderón; la “Historia, Espíritu y Autenticidad de la Filosofía en Panamá y Panameña” (Edición 2006) del Dr. Moreno Davis y “Filosofía de la Nación Romántica (Seis Ensayos Críticos sobre el Pensamiento Intelectual y Filosófico en Panamá 1930-1960)” (Edición 2008) del Dr. Luís Pulido Ritter (1961) son de mucha referencia, pertinencia, utilidad y actualidad para conocer y profundizar más en está temática y problemática.
2- ¿Cómo se construye ciudadanía? Frente a esta pregunta esbozo algunas ideas o propuestas generales, algunas de carácter individual, colectivo o de ambas: Educándonos y formándonos como ciudadan@s o sea la enseñanza, estudio, formación y adquisición de toda una serie de conocimientos, principios, valores, ideales y experiencias para ser y desenvolvernos como tales, impartidos como cursos, seminarios, charlas y conferencias obligatorias desde la primaria, la media y la universidad. El conocimiento y enseñanza de la historia y de la política nacional, regional e internacional, de la cívica y el gobierno, de las instituciones y de los sistemas y modelos políticos e ideológicos es de suma importancia para fortalecer dicha educación y formación ciudadana.
La construcción, desarrollo y mantenimiento de espacios públicos de debate e intercambio de ideas, propuestas y acciones en todos los niveles local/municipal, provinciales y nacionales. Es reeditar la idea griega de la Ágora o Plaza donde l@s ciudadan@s participen directamente en la toma de decisiones, teniendo en cuenta por supuesto que está idea puesta en práctica en nuestros tiempos se haría en lo local/municipal por efectos de la cantidad de población, distancia geográfica, acceso, movilización y para lograr la mayor participación posible. Es vital interesarnos por los problemas de la polis (ciudad-país), siendo críticos y autocriticos en nuestra forma de actuar y pensar en el ámbito público y privado. Siendo fiscalizadores de las ideas, propuestas y acciones gubernamentales. Siendo intolerantes ante la corrupción y la falta de transparencia de todo tipo, venga de donde venga. Siendo menos egoístas y despreocupados y ser más solidarios, preocupados y participativos en cuanto a los problemas políticos, económicos y sociales del país. La construcción de la ciudadanía parte de lo individual a lo colectivo y viceversa. Dicha construcción no dependerá única y exclusivamente de las organizaciones, gremios y movimientos populares, sociales, civiles, profesionales y políticos, sino del interés, responsabilidad, compromiso y grado de conciencia del ciudadan@ en participar y aportar. Igualmente el gobierno de turno debe promover, permitir, auspiciar y buscar la participación de los ciudadan@s. El fortalecimiento, desarrollo y crecimiento cuali y cuantitativo de dichas organizaciones, gremios y movimientos es fundamental para la construcción de ciudadanía, ya que las mismas se constituyen en instrumentos o canales de participación, movilización e incidencia. De esta manera se construye y edifica la comunidad política por excelencia.
3- ¿Qué es una sociedad (comunidad) participativa? Ante todo una sociedad democrática que se funde en los principios, valores e ideales de la justicia social, la igualdad, la libertad, la fraternidad, la solidaridad, la tolerancia, la laicidad, el respeto, la ética, la transparencia, la no discriminación, la pluralidad y la multi-culturalidad. Donde l@s ciudadan@s no solo sean un votante, sino un actor principal y protagónico en la toma de las decisiones en todos los niveles desde el local/municipal, pasando por el provincial y llegar hasta el nacional. Que existan condiciones reales, concretas, claras y lo más igualitarias posibles de participación política-electoral de todos los sectores y grupos y que puedan acceder y tener representación y candidaturas en las elecciones. Que el gobierno de turno tenga políticas públicas de Estado hacia los sectores y grupos histórica, política y socialmente oprimidos y explotados (trabajadores, empleados, campesinos y desempleados), que promuevan no sólo el acceso, la protección o la garantía de derechos y libertades legal y formalmente establecidos y reconocidos, sino de garantizar la gratuidad, calidad, excelencia y cobertura nacional de la educación en todos los niveles y la cobertura de la salud, de viviendas económicas para familias pobres y la eficiencia y calidad de los servicios públicos de agua, luz y teléfono e igualmente la construcción de carreteras, puentes, aeropuertos, escuelas, centros de salud, hospitales, estructuras e infraestructuras públicas y con una política fiscal equitativa. Donde existan los canales e instrumentos permanentes y eficaces para elevar denuncias, quejas y reclamos, que sean no sólo escuchadas o atendidas por los funcionarios públicos sino solucionadas. Que los sectores, grupos y minorías que han sido discriminadas histórica, política y socialmente (indígenas, discapacitados, jóvenes, mujeres, personas con distinta orientación sexual) sean no sólo reconocidas legal y formalmente, sino que tengan igual grado de organización, participación, decisión e incidencia en la vida del país.
Para concluir, no he intentado o buscado dar respuestas definitivas, cerradas o concluyentes, sino realizar una reflexión y análisis a partir de las preguntas que me han sido propuestas por parte de la fundación. Lo que nos define o identifica como panameñ@s no es sólo nuestros trajes, bailes, músicas, artesanías o comidas típicas, los símbolos patrios o la marea roja por ejemplo. Sino, toda una rica y variada historia, tradición, pensamiento y acción de lucha nacionalista, patriótica, democrática, revolucionaria, anti-colonialista y anti-imperialista y de toda una serie de pensadores, actores, luchadores populares, sociales, gremiales, sindicales y políticos, héroes y mártires que se plantearon la conformación de una nacionalidad y de una nación frente a las pretensiones imperialistas, colonialistas y anexionistas de los EE.UU. Es al calor y fragor de la acción de varias de generaciones de panameñ@s que se fue conformando una identidad nacional y de lucha, una búsqueda de respeto y reconocimiento mundial y una defensa de nuestro territorio, soberanía e integridad. Nuestro deber fundamental como ciudadan@s es contribuir y participar en la construcción de una comunidad política donde los principios, valores e ideales de justicia social, igualdad, fraternidad, solidaridad y libertad no sólo queden en buenos y correctos ideales a seguir o que queden siendo ideas o esencias en el topus uranus platónico, sino que sean una praxis continúa, diaria y cotidiana. Ser ciudadan@s es ser ante todo personas conscientes, veraces, responsables y coherentes no sólo en nuestro discurso, sino en nuestra praxis. Ser lo que nos proponía el filósofo de Estagira, Aristóteles (384-322 a. de C.) “zoon politikon”, animales políticos y sociales. Así sea.
Muchas gracias por su amable atención compañer@s.