El ser humano dedica tantos años de su vida a trabajar que cuando llega la jubilación puede sentirse un tanto desorientado al no saber en qué dedicar exactamente el tiempo a partir de ese momento anhelado por muchos y temido por otros. Lo cierto es que gracias al aumento de la esperanza de vida, cualquier jubilado se encuentra en perfectas condiciones intelectuales y físicas para seguir desarrollando sus inquietudes.
De hecho, el talento es más elevado en la madurez en el caso de aquellos profesionales que se han dedicado al arte. Este ejemplo queda de manifiesto en el caso del actor Clint Eastwood que actualmente está al frente de Más allá de la vida o de otros artistas consolidados de nuestro país en el ámbito del teatro como la magnífica Lola Herrera o la propia Concha Velasco. La experiencia, sin duda, es un grado.
Muchos jubilados se animan a volver a las aulas tras dejar el trabajo. Vuelven a la universidad con más ilusión que muchos jóvenes que sienten la presión de la vocación y el temor a no encontrar un hueco en un mercado laboral marcado por la crisis y por la decadencia de las humanidades y las carreras de letras. En la sociedad actual, triunfa la tecnología y la ciencia experimental.
La Universidad para Mayores Francisco Ynduráin tiene sede en Aoiz, Pamplona y Estella. Y cada año, decenas de alumnos movidos por un gran deseo de saber más y también de hacer nuevas amistades, dedican parte de su tiempo a cursar algunas de las asignaturas. Pero además, en la Umafy también se organizan viajes, charlas, conferencias y diferentes ciclos culturales que son muy demandados por unos alumnos llenos de vida en su madurez.
Algunas personas mayores que no pudieron estudiar en su juventud por cuestiones económicas, aprovechan la jubilación para recuperar el tiempo perdido en contacto con el saber. Pero además, estudiar es muy positivo puesto que previene la pérdida de memoria y ayuda a mantener la mente activa.
Foto: Nuevas tecnologías