La xenofobia y el racismo es una lacra de la sociedad. Hay que ser firmes para erradicarlas y existen leyes que castigan estos hechos. Es intolerable hasta el más mínimo atisbo de xenofobia. Las políticas de igualdad salvaguardan los derechos de las personas independientemente de su condición, raza y religión. Todos somos iguales ante la ley, dicen la mayoría de Constituciones, y es verdad.