Desde la colonización española de América en el Istmo de Panamá se confunden las razas hispanas, indígenas y africanas. Sin embargo el proceso de articulación de los grupos humanos de Panamá se desarrollan en una visión mercantilista, utilitaria, liberal, progresista y cosmopolita arraigadas a la posición de transito del Istmo de Panamá, donde los españoles generan este raigambre a través del desarrollo de las ferias de Portobelo, aunando a la posición de transito entre los dos mundos, por donde pasarían mercaderías, oro y piedra preciosas por las ciudades de Panamá y Colón hacia los puertos europeos, perfilándose así el modelo económico de los istmeños.
Posteriormente los criollos de ascendencia española inician una lucha por lograr autonomía propia en contra de la corona española, forjándose en el continente americano las Guerras de Independencia liderada en la figura heroica de Simón Bolívar, Libertador de América. De esta forma se independiza Panamá de España el 28 de noviembre de 1821, e incorporándose a la Gran Colombia a los efectos de los ideales bolivarianos de unidad latinoamericana. Sin embargo debemos acotar que el istmo intento mantener su propia autonomía, tal como se destaca en la creación del Estado Federal del Istmo, obra cimera del prócer Don Justo Arosemena, además de los importantes intentos emancipadores en contra de Colombia que se desarrollan a lo largo del siglo 19, los cuales vislumbran el afán independentista de los istmeños. Fueron entonces los hechos circunstanciales en el deseo de construcción del Canal interoceánico por parte de los norteamericanos, así como los deseos independentistas que surgían del desarraigo y abandono del Istmo por parte de Colombia, los cuales motivaron la independencia de Panamá de Colombia del 3 de noviembre de 1903, mediante la proclamación de la República de Panamá.
La vida republicana se inicia con un enclave colonial norteamericano en las riberas del nuevo Canal de Panamá, disconforme a las mayorías panameñas del arrabal urbano de Panamá y Colón, compuesta por negros, mulatos, indios y mestizos, que serian quienes iniciaran una destacada participación en la lucha generacional por la descolonización de Panamá. Son estos grupos humanos populares los que desarrollaran formas de lucha patriótica y resistencia social en contra de la presencia norteamericana en la zona del Canal. Entre estos actos vale destacar los vinculados a las luchas inquilinarias de 1925 en contra de los casa tenientes criollos, la cual produjo la intervención militar norteamericana de 1925, y que terminaría por desarrollar amplias formas de organización popular y patriótica. Vale la pena destacar el rol fundamental que ocuparía la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP) a lo largo de la lucha por la recuperación de la Zona del Canal de Panamá. El hecho culminante fue la Gesta Estudiantil Heroica del 9 de Enero de 1964, que abrió una nueva etapa en el sentido de la independencia total de los panameños. Durante esta gesta se desbordaría el ardor patriótico de los panameños durante estos aciagos días de aquella intervención militar norteamericana, con su consecuente saldos de muertos y heridos, descubriendo así ambas naciones la necesidad impostergable de realizar un nuevo tratado del Canal que redefiniera sus relaciones bilaterales.
Sin embargo las pugnas políticas en el seno de las clases dominantes terminan desembocando en el Golpe de Estado de 1968, iniciándose así la conducción de los militares dentro del gobierno nacional, con todas las consecuencias de arrestos, exiliados y muertos durante la primera etapa del gobierno militar, y que terminaría por consolidarse desde 1969 en el claro liderazgo del General Omar Torrijos Herrera en una destacada conducción del país, la cual forjaría nuevas formas de participación popular y generaría un proceso de reformas de desarrollo nacional por medio de proyectos sociales, obras nacionales, instituciones e infraestructuras, que consolidarían al modelo económico panameño, además de un nuevo Tratados del Canal “Torrijos – Carter” de 1977 entre Panamá y Estados Unidos. Sin embargo luego de la no esclarecida muerte del General Torrijos, con el relevo dictatorial del General Manuel Noriega, terminara por afianzarse una crisis nacional que culminaría dividiendo al país en dos vertientes políticas opuestas. La primera de estas vertientes busca la consolidación nacional y la descolonización de la zona del Canal de Panamá, con un consecuente discurso patriótico y reformista; la segunda vertiente buscaría la recuperación de la democracia y el orden institucional del país, con un consecuente discurso civilista y democrático. Ambos polos se enfrentarían en una larga campaña contendiente, muchas veces violenta, hasta desembocar en el hito más trágico de la historia nacional: la invasión militar norteamericana del 20 de diciembre de 1989, con el saldo consecuente de muertos, heridos y perdidas materiales.
Una vez recuperada la Democracia se inicia un periodo de recuperación nacional, que desemboca en la libre alternancia del poder por las fuerzas políticas y el modelo de democracia formal actual, además de un modelo económico que surge de la posición de transito, el cual desarrolla una economía de servicios y comercios. Una vez recuperado el control de la Zona del Canal por parte de los panameños, a través de los actos de reversión del Canal de Panamá de 1999, en virtud de los Tratados del Canal “Torrijos – Carter”, se inicia así un periodo crucial en la vida nacional. Sin embargo hay que aclarar que existen todavía dos países distintos. El primero se refiere al Panamá transitista, vinculado al comercio de las ciudades; el segundo se refiere al Panamá profundo, vinculado al sector agrario del interior del país; además de la exclusión y pobreza que surge en la nación producto del modelo económico panameño, vinculado a un desarrollo asimétrico. Ambos países deben imperiosamente integrarse en un modelo de desarrollo nacional, enfocado en el desarrollo cualitativo y cuantitativo de las fuerzas productivas y sociales, ante todo se debe lograr en la consolidación de la nación panameña, de un modelo económico propio, de la democracia política y un consecuente Proyecto Nacional de Desarrollo, que integre a todas y todos los panameños sin distingos sociales, políticos, culturales, económicos y raciales en una sola nación, mediante la unidad nacional, el desarrollo económico – social y la respectiva consolidación del Estado Nacional de Panamá. Depende de nosotros.