Dedicado a Samuel Prado FranquÃz. Padre, Modelo, Maestro, Compañero, Amigo.
 “Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace.†Jean Paul Sastre. Filósofo, PolÃtico y Escritor Francés (1905-1980).
Recuerdo mis primeros años de búsqueda en las aulas universitarias, en la Escuela de FilosofÃa, en el movimiento estudiantil, en la vida polÃtica, años románticos e idealistas, tal vez más que ahora, cuando querÃa encontrar las primeras respuestas que se volvÃan de nuevo preguntas y asà sucesivamente. Extraño los debates intensos, ricos y profundos más que académicos, existenciales sobre variados temas, desde Dios, la inmortalidad del alma, la vida, la muerte, el amor, la belleza, la conducta humana, la ciencia, la polis, la comunidad, con los compañeros (as) en la “stoa†en el pasillo, en el parque “Hacia la Luz†o en la cafeterÃa de la Facultad de Humanidades, que por lo general iniciaban en la hora del almuerzo, junto al inolvidable menú universitario, con un café o té o con un cigarrillo y terminaban en las últimas horas de la tarde o comenzando las horas de la noche, cuando decidÃamos emigrar a nuestros hogares.
Lo que me sigue quedando de esos primeros años de mi “infancia filosófica†aparte del conocimiento, intercambio y experiencia generados por esos debates y de extrañar a esos (as) compañeros (as), es el deseo, el querer y el deber de seguir preguntando, indagando, buscando más allá de cómodas, superficiales y banales respuestas. Mi pluma se vuelve mi fusil, mi bisturÃ, mi escalpelo y comienzo a diseccionar cada respuesta por elementos y partes, a tratar de armar el rompecabezas de la existencia humana y de sus ricas variables y posibilidades. Mi trinchera de lucha, las ideas y las palabras convertidas en balas disparadas desde mi pluma/fusil en la batalla polÃtica, ideológica y cultural contra la clase dominante y sus defensores (as).
Sin lugar a dudas, encontrarme con la FilosofÃa ha sido y es encontrar mi verdadera vocación, mi magisterio, de buscar más lejos y más alto, más profundo y más escondido, de seguir buscando en la soledad, en la compañÃa, en el silencio, en el ruido, en la alegrÃa, en el dolor y en el amor, la transformación y el cambio polÃtico, económico, social y cultural por una comunidad sin explotados ni explotadores. La FilosofÃa ha sido y es Madre, Confidente, Maestra, Consejera, Compañera, Amiga, Novia y Esposa. Ha sido y es encontrarme conmigo mismo, en la radicalidad y la autenticidad, en este largo, duro y solitario caminar que apenas comienza. Asà sea.