Sin noticias agradables es difícil llevar los tiempos de crisis ,uno trata de buscar algo positivo para refugiarse de la que está cayendo pero es difícil abstraerse para no caer en el desanimo no es de extrañar que el consumo de televisión haya sufrido un aumento de un tiempo a esta parte ,la televisión adormece el cerebro y nos ayuda a evadirnos ,además exige nuestra total atención ,con lo que dedicarle tiempo supone evadirse del mundo real, que en tiempos como los actuales es difícil encontrar algo positivo que nos ayude a no menguar en el ánimo ,por ello la gente busca consuelo en el fútbol ,no es de extrañar con la economía en precario y los políticos enzarzados en sus cuitas personales buscándose trapos sucios ,uno se plantea si vale la pena hacerles caso o dejarlos de lado y buscar causas ajenas a la política para movilizarse.
En momentos así uno siente cierta envidia de los momentos ciudadanos americanos tan arraigados en su cultura y que luchan cuando algo no funciona bien o creen que se puede mejorar algo de lo que les afecta, es difícil movilizar a una sociedad tan poco acostumbrada como la española que siempre piensa que los problemas no van con ella, salvo en el momento que le duele el bolsillo, en ese momento se oye algún quejido pero poco más.
La televisión es nuestro anestésico en tiempos difíciles mientras esperamos que el temporal escampe por sí mismo.
La sociedad debería de empezar a despertar de este letargo antes de que sea demasiado tarde ,mientras eso sucede ,la cola del paro no para su espiral de crecimiento y la resignación se apodera de la gente y todo parece haber entrado en una fase de hastió y tristeza enorme.
Mientras algunos se movilizan tímidamente en Internet hartos de la poca implicación de los políticos, de la falta de ganas de los que nos gobiernan, pero no pasa de ser un reducto de mentes inquietas que buscan su lugar en este marasmo que nos toco vivir.
Resulta triste ver como la televisión lanza el mensaje de que todo marcha bien, mientras las nubes se ciernen sobre nuestras cabezas, la crisis nos pillo sin protección, sin avisar y nadie parece saber muy bien que hacer, mientras el sistema que conocimos parece haber llegado al final de sus días.
Mientras la televisión nos dice que no nos preocupemos.
Mientras las noticias agradables brillan por ausencia y la resignación parece que lo inunda todo, no es de extrañar que algunos busquen consuelo en el fútbol incapaces de saber cómo enfrentarse a lo que les ocurre.
El mundo está cambiando y nos ha pillado por sorpresa.