Según el diccionario de la Real Academia Española, el término “caraba”, se aplica a “algo o alguien extraordinario y fuera de normal, tanto para bien como para mal”. Tal definición, sin duda, encaja perfectamente con la personalidad del exvicepresidente primero y actual candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales del 20-N, señor Rubalcaba (con aterioridad, Alfredo simplemente)
Al margen de la vulgar rima entre apellido y calificativo (Rubalcaba y caraba), desde que la Audiencia Nacional decidió devolver el sumario del caso Faisán al Juez Ruz, para que lo siga instruyendo hasta que se aburra, el Ministerio de Interior, a través de la Dirección General de la Policía, al día siguiente, publicaba su lista a ascendidos a inspectores jefes, entre los que se encontraba, por casualidad, José María Ballesteros. Uno de los procesados como presunto autor del chivatazo, que fue aprobado lógicamente.
Según los jueces, es incuestionable que el 4 de mayo de 2006 se cometió un delito que debe ser investigado, consistente en el aviso recibido por Joseba Elosúa, también presunto responsable del aparato de extorsión de ETA, por parte de la policía, notificándole que estaba prevista su detención.
Pues bien, ahora resulta que toda esta historia del “caso Faisán”, es todo un invento más de la derecha cavernaria, para desacreditar el buen nombre de los policías entregados a la lucha contra el terrorismo. A criterio de Rubalcaba y los suyos, se trata de un “asunto liquidado”, ya que a los populares, lo único que les molesta es que “se está a punto de acabar con ETA”. Para el candidato, todo son meras especulaciones del PP que a lo largo de estos últimos años se han dedicado a decir barbaridades y difamar a los responsables de Interior y policías que se han dejado la vida persiguiendo etarras.
Como continuemos de esta guisa, va a resultar que el “caso Faisán”, ni es tal caso ni ha existido nunca. Es curioso, resulta que tenemos chivatazo pero nos faltan los lenguatones, es decir, los chivatos. Además, todo eso de la colaboración con banda armada, no pasa de ser otro cuento chino como el de la película de Darin, si bien, lo que nadie entiende, es que los partidos PP y PSOE, celebren el fallo de la Audiencia, cuando lo único que se ha conseguido, es incrementar las dudas y credibilidad sobre el funcionamiento de la justicia en España, toda vez que, tales comportamientos solo aportan escepticismo y críticas sobre jueces y políticos.
Nunca, desde que gozamos de democracia, fueron tan necesarios unos comicios generales que aporten cambios de personas y formación política.
Ir a peor es imposible y caer más bajo inviable.