Aunque aún no ha muerto, si bien está en la «UCI» pero sin medicamentos y menos doctores especialistas; pero a no tardar mucho puede ya ser un cadáver y no lo digo yo; lo dice un catedrático y el que ha emitido un informe demoledor y que anda difundiéndose, por donde verdaderamente hay libertad plena para hacerlo, o sea por la red de Internet. Se trata del: «Informe Centeno»(Don Roberto), como se conoce al estremecedor documento elaborado por este conocido Catedrático de Economía, de la Universidad Politécnica de Madrid.
Reflejo a continuación una serie de párrafos extractados del mismo, pero el que quiera leerlo completo, que lo busque en la red, está a disposición de quién lo quiera y es gratuito: La gran depresión española de 2009: hechos y cifras: verlo completo en…
http://desdeelparedon.blogspot.com/2009/02/roberto-centeno-la-gran-depresion.html
«Una depresión es un largo periodo -diez años o más- caracterizado por un bajo nivel de producción, consumo e inversión, con quiebras masivas de empresas, un elevado nivel de paro, un descenso de los precios y destrucción de la riqueza de las familias. El crecimiento económico de España ha sido básicamente tercermundista: no nos hemos adaptado en absoluto a la globalización, y hemos perdido el 15% de cuota de mercado en el comercio mundial. Un crecimiento basado en el consumo interno, sostenido por un incremento masivo de la población -el mayor del mundo desarrollado, consecuencia de la inmigración-, y el turismo. Y todo ello fuertemente apalancado (multiplicado) por el endeudamiento masivo de familias, empresas y entidades financieras, también el mayor mundial, y un déficit exterior de más de un 11% del PIB -producimos un 11% menos de lo que consumimos- y realizado mediante la explotación masiva de mano de obra barata: casi el 50% de la población ocupada es mileurista. Y con el peor Gobierno imaginable, un hatajo de analfabetos funcionales que ha mantenido una inacción suicida durante más de un año, y «ni sabían entonces por qué crecíamos, ni saben ahora por que nos hundimos», a lo que se añade una oposición cobarde e incapaz, que no ha tenido el cuajo de plantar cara al Gobierno, y ni siquiera ha presentado una alternativa creíble para enfrentarnos a la crisis. Y un modelo de Estado con un nivel de ineficiencia, despilfarro y corrupción único en el mundo. Todo multiplicado por 17, cientos de miles de funcionarios haciendo lo mismo -sobran unos dos millones-, inventando y controlando 17 normativas diferentes, 17 sistemas informáticos, 17 de todo, y con un mercado fragmentado en 17 parcelas independientes, un desastre para productividad y la eficiencia, y al frente del tinglado cientos, miles, de consejeros, directores generales y toda una patulea de jefes y jefecillos con coche -hay mas coches oficiales que en Estados Unidos- secretaria y despacho de lujo, un cortejo de indocumentados nombrados a dedo con carné del partido, y con el mayor nivel de corrupción de la Historia de España. Las Comunidades Autónomas consumen el 60% del gasto público, el triple del neto del Estado, 177.000 millones de euros, un 78% del cual es gasto no productivo». Sigue enumerando calamidades y el informe termina así.
«No hay mecanismo económico ni fuerza humana, que eviten la depresión. Con los hechos y las cifras en la mano, es imposible llegar a otra conclusión. Una depresión que hará historia, pues reducirá drásticamente la renta disponible de las familias, hundirá nuestro país en el ranking económico mundial y hará casi imposible el mantenimiento de España como nación».
A la vista de todo ello, ahorre el que pueda y prepárese para lo que aún está por llegar; puesto que se ha derrochado una gran riqueza acumulada en la anterior época (1955/1975) y que fue lo que permitió hacer aquella transición; que tras 35 largos años, nos lleva a dónde ni sabemos… «menos mal que los que entonces trabajamos; en mayoría, pronto estaremos muertos… y ello será un verdadero descanso». ¡Mierda de país! ¿Y qué decir de los que dicen habernos gobernado?