En estos momentos en que los ciudadanos han decidido echarse a la calle para manifestar su descontento y su rechazo a las medidas, los recortes de todo tipo, adoptadas por el Gobierno presidido por Mariano Rajoy, este y sus ministros han metido la cabeza bajo tierra como los avestruces y no quieren ver la realidad de las cosas y se auto confunden y se engañan a sí mismos diciendo que todo este movimiento lo está orquestando el partido socialista que está, según ellos, manipulando a los ciudadanos. Son incapaces de medir la gravedad y el alcance de daño que producen a los ciudadanos sus acciones de Gobierno que no son más que palos de ciego y con el ánimo de contentar a los empresarios, unos empresarios que en absoluto están por la labor de crear puestos de trabajo sino que están obsesionados en conseguir el despido libre y sin indemnización.
Desde esa acusación al PSOE de ser la mano que mece la cuna el PP exige “responsabilidad” a la oposición, una responsabilidad que la derecha, el PP, no ejerció cuando aquellas manifestaciones de la AVT en la que se llamaba a Zapatero “asesino” y “amigo de los terroristas” y los gerifaltes del PP iban detrás de la pancarta y que no satisfechos con ello montaron sus propias manifestaciones con los mismos lemas y los mismos gritos insultantes. Manifestaciones improcedentes ya que los hechos han demostrado que el Gobierno de Zapatero supo combatir y controlar muy bien a los terroristas hasta el punto de conseguir su abandono de la violencia, lo que supone un gran paso para acabar con esta lacra. También “arrimaban” el hombro en aquellas manifestaciones organizadas por los obispos contra el aborto donde “curiosamente” el grito de “asesinos”, refiriéndose a los socialistas también sonaba, igual se daba en las manifestaciones montadas por determinados foros familiares en los cuales, “casualmente”, se podían escuchar los mismos términos insultantes.
No está la derecha precisamente legitimada para acusar a nadie de arengar o enardecer a los ciudadanos máxime cuando estamos en el siglo XXI donde todo el mundo sabe leer y además sabe interpretar muy bien lo que lee en los periódicos y lo que ve y oye en televisión y radio y tiene muy claro cuando se atenta contra sus intereses y sobre todo, como en este caso, contra sus derechos legítimamente conseguidos después de muchos años de lucha y de sacrificios para conseguirlos y que no está dispuesto a que un grupo de incompetentes que se definen como Gobierno del país se los arrebate de un plumazo. La ciudadanía no está dispuesta a aceptar que se le despoje de un Estado del Bienestar que nadie le ha regalado sino que se ha ganado con su trabajo y su contribución al desarrollo de España ha sido determinante para este logro.
No, no hay que ocultarse tras otros, este Gobierno, el de Rajoy, ha engañado hasta a sus votantes, no hay más que recordar que hoy están haciendo todo lo contrario de lo que prometieron referente a impuestos, empleo, educación, sanidad, pensiones y tantos y tantos aspectos fundamentales para mejorar la calidad de vida de los españoles. Todo ha quedado en un enorme fraude a los españoles, fraude que no ha hecho más que comenzar. A los españoles nadie les está meciendo la cuna, máxime cuando no son tiempos de dormitar sino de estar bien despiertos ante el futuro tan negro que se les avecina.