Sociopolítica

Guardias civiles, policías y otros delincuentes en el banquillo

Notable titular de Cruz Morcillo el 16 de abril en ABC: “Guardias Civiles, policías y delincuentes juntos en el banquillo por robar 400 kilos de cocaína”.
Morcillo es muy sutil cuando menta el término «delincuentes» refiriendo solo a una parte de los acusados, ya que por pura lógica todos los autores del robo de 400 kilos de cocaína son delincuentes con independencia de cualquier eventual actividad profesional o de otra clase que realicen. Pero como no soy malpensado, creo que se ha servido de este recurso sólo para establecer que algunos de los acusados ya habían sido condenados con anterioridad, y así recalcar a los lectores la idea de que los funcionarios públicos implicados se relacionaban habitualmente con delincuentes profesionales.
La conclusión es inmediata: funcionarios de guardia civil y policía, formaban una banda organizada de delincuentes junto con otros criminales, a su vez reincidentes.
A pesar de lo interesante del asunto, y ahora que se habla de corrupción un día sí y el otro también, lo más llamativo del artículo para un observador cínico como yo, es la superficial cita sobre la paralización de la investigación durante dos años por el amedrentamiento de dos de los procesados a la Juez, al Secretario Judicial y al Fiscal de Martorell.
Dice Morcillo:
«Entre el 18 de septiembre de 2006 y el 30 de enero de 2008 durmió en un cajón, tras ser detenidos algunos de los miembros de la banda, entre otras razones porque dos de los procesados amedrentaron a la juez, secretario judicial y fiscal destinados en el Juzgado de Martorell cuando se les tomó declaración.»
Mucha capacidad tuvieron, por tanto, tales detenidos para influir en la voluntad de estos profesionales de la Justicia.  Me pregunto si esta conducta inhibitoria no estará prevista en algún tipo del código penal –quizá la prevaricación-, o de la disposición normativa reglamentaria correspondiente. ¿O es que el miedito a los malos es causa suficiente de inhibición impune para los miembros y miembras de la Magistratura y la Fiscalía?
En resumen, si damos absoluta veracidad a todas y cada una de las palabras de Morcillo, su artículo nos da un buen motivo de alegría y un enorme motivo de preocupación: La alegría es que se ha desarticulado una banda de delincuentes profesionales, algunos de los cuales eran además miembros de los cuerpos de seguridad del Estado. La preocupación viene de la conducta de una juez, un secretario judicial y un fiscal a los que el temor a dos delincuentes ha sido causa eficaz para paralizar durante dos años una investigación criminal.
Y eso que ni pienso en la posibilidad de que la Jueza, el Secretario y el Fiscal del Juzgado de Martorell hayan sido partícipes -por activa o por pasiva- en la banda criminal y ahora estén siendo oportunamente justificados por los investigadores de la Fiscalía Anticorrupción, que eso sí que sería para amedrentarse que te cagas.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.