EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Siguen desde el Partido Popular y sus medios de comunicación afine, con el soniquete de la autoría intelectual que provocó el luctuoso 11-M. Por un lado dicen respetar la sentencia, respeto no es acatamiento, aunque este último término sea sinónimo del primero, y desde el Partido Popular lo dejan muy claro.
Aquellas confusas largas horas que transcurrieron después del bárbaro atentado terrorista, desde el Gobierno de Aznar se empeñaron en adjudicar la autoría a ETA cuando todos los españoles, incluidos los votantes del PP, sabían que ETA no estaba preparada para perpetrar ese masivo y brutal asesinato, pero Aznar y sus adláteres no querían rendirse ante la evidencia por una simple cuestión de imagen ante los españoles que siempre se hubieran mostrado más comprensivos y hubiesen estado al lado del Gobierno si ETA hubiese sido la responsable.
Ante la insistencia en empecinarse en pedir que se aclare la autoría intelectual, en los EEUU con todo su sofisticado estamento policial solo han podido saber quienes fueron los autores materiales más directos y si saben de la autoría intelectual es por que fue el propio Bin Laden quien asumió esa autoría, pero con todo y con esto solo han podido juzgar a un solo individuo cuando está claro que los intervinientes no fueron solamente los terroristas que pilotaron y estrellaron esos aviones contra las torres gemelas y el Pentágono, sin duda alguna había muchos más que participaron dando apoyo logístico a los autores materiales. La policía española ha dado, sin duda alguna, una buena lección de buen hacer y la Justicia ha actuado con la misma eficacia. Y todo ello en un tiempo record.
Pero claro, al PP le interesa seguir con eso de que se aclare la “autoría intelectual”, por que está claro que no le interesa que la gente piense en las causas que dieron origen al salvaje atentado. Pero la gente piensa, y el que no piensa intuye, y todos tienen muy claro que la causa fue debida al hecho de participar en una guerra, la de Iraq, de lo cual hay quien se muestra muy orgulloso de haber metido a España en esa guerra que solo nos ha dado unos beneficios dolorosos y horrorosos, mientras que al “autor intelectual y artífice de esa decisión” todo lo que últimamente toca se le convierte en oro.
Se insiste en lo de la “autoría intelectual” para echar tierra sobre las causas.