Vulnerables por la crisis
La crisis socioeconómica que atraviesa España ha aumentado la vulnerabilidad de las personas en riesgo de pobreza o exclusión social. De los dos millones de personas que asiste la Cruz Roja Española, un millón son atendidos por causas derivadas de esta crisis. La subida de la tasa de paro, el aumento de las familias que han perdido su vivienda o la baja media de ingresos mensuales provoca en este grupo de la población un bajo estado de ánimo y reduce su vida social.
Los reducidos ingresos económicos que reciben provocan en estas personas una inactividad social. Algunas de ellas no pueden hacer frente a los recibos a pesar de tener un trabajo. El 43% se ha visto obligado a prescindir de la calefacción en invierno. Por todo esto, las actividades de ocio quedan relegadas a un segundo plano o incluso suprimidas. En lugar de ir a una cafetería o al cine, los ciudadanos acuden a los parques o a lugares donde no sea necesario gastar dinero. Sin embargo, estas actividades también se han reducido por el bajo estado anímico que genera la falta de trabajo o de dinero. Muchas de estas personas tienen vergÁ¼enza de reconocer la situación en la que se encuentran y llegan incluso a escondérsela a sus propios familiares. Este aislamiento se ve incrementado por la autopercepción de fracaso personal.
Los inmigrantes son uno de los grupos mas afectados por esta crisis. Muchos se han visto obligados a enviar a sus familias de vuelta a su país natal por la falta de ingresos. Además, la mayoría no tiene contacto con su comunidad de origen. La Cruz Roja calcula que en torno al 50% de los inmigrantes que reciben su atención no tienen a nadie con quién hablar sobre sus problemas. Esto fomenta el sentimiento de soledad y el aislamiento.
Los menores también se ven perjudicados por esta situación. Alrededor del 26% de los niños españoles viven en hogares por debajo del umbral de la pobreza, es decir, con ingresos de 16.000 euros al año. Los niños se han convertido en los más afectados por la crisis. Al crecer en un ámbito de fracaso llega un momento en que empiezan a concebirlo como propio. En la mayoría de los casos, este fracaso se traslada al ámbito escolar.
Ante esta situación, las ONG y las entidades sociales prevén aumentar su asistencia a la población más desfavorecida. Caritas atendió a un 20% más de personas en el 2011. Además, esta organización desarrolló un plan de reinserción laboral que el año pasado acogió a más de 80.000 personas. Junto con Caja Inmaculada y Acción Social Católica, ha desarrollado un programa de ayudas a familias en situación de pobreza y riesgo grave de exclusión que cuenta con una financiación de 300.000 euros. La Cruz Roja pretende aportar estabilidad a los hogares de los menores y ayudar con el material escolar. El aumento de la demanda de ayuda ha llevado a esta institución humanitaria a hacer un llamamiento para intentar recaudar 30 millones de euros con el fin de ampliar su asistencia a 300.000 personas más al año. Con la intención de luchar contra los efectos de la crisis y los recortes, las ONG y las Plataformas de acción social se unieron en enero de este año para crear la Plataforma del Tercer Sector. Desde esta nueva entidad con carácter jurídico propio se pretende ayudar a aquellos grupos más afectados por la crisis como los ancianos, los niños y los discapacitados.
Cuando se hace referencia a la crisis, la mayoría de la gente alude al factor económico y se olvida el factor social. Sin embargo, casi el 22% de la población española vive por debajo del umbral de la pobreza. Los constantes recortes en materia social agravan esta grabe situación. Por ello, las ONG apelan a la solidaridad de los españoles para que los colectivos más desfavorecidos no pasen desapercibidos ante los ojos la sociedad.
Ana de Haro del Barrio
Periodista