El voluntariado social no se debe utilizar como plataforma para atraer a las personas hacia creencias políticas y religiosas.
El movimiento del voluntariado social y cada una de las organizaciones civiles proponen modelos de convivencia democrática. Son núcleos de pluralidad donde la convivencia entre sus miembros se desarrolla mediante el diálogo y el respeto. La interculturalidad y la riqueza que proporciona la diferencia marcan los principios de acción del voluntariado. Por eso, a pesar de la tendencia ideológica que pueda tener una Organización social, nunca puede usarse el voluntariado dentro de ella para atraer prosélitos hacia una idea o una doctrina determinada.
Aunque la mayoría de las organizaciones serias tengan una base religiosa, política, sindical o de otro tipo, deben comprender que el voluntariado social no puede ser la plataforma idónea para atraer a otros hacia sus creencias. Sería, de nuevo, instrumentalizar a los beneficiarios para conseguir otro fin. Y el voluntario, al igual que el beneficiario de la relación, nunca son objetos de nada ni medios para alcanzar un fin, sino sujetos y fines en sí mismos.
J.C.G.F.
Solidarios para el Desarrollo