EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
En la recientemente celebrada cumbre del G-20 y en lo que a mi opinión se refiere, ha habido dos ausencias muy significativas. A mi modo de ver y sin entrar a comentar lo que me parece el resultado de dicha reunión, mi osadía no llega a tanto, pero si me atrevo a decir que en esta cumbre no se ha llevado a cabo la prueba de fuego que es tan necesaria, esta prueba no es otra que la de que en esta cita en Londres tenían que haber sido los protagonistas las amas y los amos de casa que son los que verdaderamente saben de economía, los otros, los diplomados y titulados, ya nos han demostrado lo que saben, no hay más que mirar a nuestro alrededor y ver como estamos todos. Pero erre que erre, los políticos siguen confiando en ellos, en los diplomados y titulados.
Pero a lo que iba, he notado en falta a esta asamblea a Mariano Rajoy, y a ese otro, a Cristóbal Montoro, al que el Partido Popular desechó a cambio de esa estrella sin brillo llamada Manuel Pizarro y que ante la desaparición, “missing”, de éste han recuperado a Montoro que lo mismo vale para un roto que para un descosido, y al cual parece ser que le encanta eso de estar a falta de buenos.
Yo creo que con los remedios caseros, más bien de herboristería, diría yo, que estos dos exegetas, estudiosos y clarividentes prodigios ofrecen, ya tuvimos ocasión de escuchar a Rajoy en tres o cuatro ocasiones a lo largo del programa “Tengo una pregunta para usted” cuando dijo que la cosa “iba a mejorar”, digo yo que lo diría por que el Gobierno puede estar actuando bien ante la crisis por que él poco puede hacer con sus remedios a base de plantas y hierbas medicinales, desde la oposición. Yo considero que estos dos podrían haber aportado muchas cosas en la cumbre del G-20. Una de ellas, para mí fundamental, es que con sus remedios caseros, con la tisana de la abuela, hubieran desatado las carcajadas del resto de los asistentes, sabido es que la risa ayuda a ver las cosas mejor y si algo sobraba entre los G-20 era el pesimismo, muy lógico y comprensible dados los tiempos que corren.
En fin, espero que para una próxima reunión del G-20 a alguien se le ilumine la mente y proponga que se invite a Rajoy y a Montoro.