Lo avisaron las imágenes captadas por el satélite Envisat. El puente de hielo que unía la placa Wilkins unida a la Antártida estaba a punto de colapsar. Hoy se ha confirmado que el puente se ha hecho pedazos, lo que supone uno de los desprendimientos más grandes de los últimos años. David Vaugham, del British Antarctic Survey, señaló que el aumento de temperatura en la Península Antártica hizo que el puente de hielo se derritiese; en los últimos 50 años, las temperaturas de la zona han subido 2,5 grados centígrados. Angelika Humbert, de la Universidad de Munster (Alemania), que pertenece al equipo que ha monitorizado los movimientos de la placa, añadió que “durante el último año, la placa de hielo ha perdido alrededor de 1.800 kilómetros cuadrados, o un 14% de su tamaño”.
FUENTE: SINC/ESA.