Sociopolítica

¿El envoltorio de Economía Social y Solidaria no ensombrece al Cooperativismo?

Enfoques cooperativos; Hoy: ¿El envoltorio de Economía Social y Solidaria no ensombrece al Cooperativismo?

El árbol con fronda amiga, buena sombra nos prodiga. (Anónimo)

José Yorg, el cooperario

José Yorg, el cooperario

Queda claro, que en los tiempos que corren, en el análisis de la construcción de las representaciones  teóricas  de las denominadas Economía Social y Solidaria-por cierto muy dispersas y difusas todavía- podemos percatarnos de la prevalencia de diversos discursos que ganaron y siguen ganando terreno e incluso con preeminencia sobre el Cooperativismo, aún cuando éste sea la columna vertebral de esas denominaciones.

Hablamos de cambios de denominaciones, incluyendo a organismos gubernamentales nacionales y provinciales, como el caso argentino que de su designación como Instituto Nacional de Acción Cooperativa y Mutual-INACyM- , ahora  conocido como Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social-INAES-y sus delegaciones jurisdiccionales como Dirección  de Cooperativas y Mutuales, también modificadas.

¿Acaso es simplemente una cuestión de actualización, o adecuación, modernización quizás en las terminologías? ¿Escapando a qué?

Economía Social y Solidaria y Cooperativismo se suele anunciar como  categorías separadas. ¿Por qué?

El punto más significativo de nuestra cuestión y que tratamos de demostrar es que las representaciones, intervenciones y  categorías sobre la importancia del Cooperativismo han tenido un cambio de merma a partir de la etapa de aplicación de políticas del mal llamado neoliberalismo con relación a etapas anteriores donde predominaba el discurso del desarrollo del Cooperativismo.

Nosotros, desde TECNICOOP, habíamos calificado públicamente  a esa etapa de neoliberalismo como “una tormenta que pasará”, pero advertíamos también que el daño sería muy significativo en todos los campos de la vida social y económica, incluyendo al Cooperativismo.

¡Y vaya paradoja histórica, la fundación institucional de TECNICOOP en pleno inicio de la etapa episódica del neoliberalismo en Argentina, acontecida en el año de 1992!

Precisamente, el desmantelamiento de la industria argentina y el ferrocarril junto a la apertura económica a productos externos constituyeron, concatenados a la imposición cultural del “no se puede”, la ruina del desarrollo alcanzado por una nación, iniciándose así un nuevo paradigma económico que marginó formas humanas de producción como de las cooperativas.

Hablar y proclamar la solidaridad  y  cooperación, en aquellos primeros años del neoliberalismo, frente al discurso instalado de la competitividad y la libre empresa, fue, francamente cosas de locos. ¡Nosotros lo hicimos!

En consecuencia, nos parece que estos cambios o pretendidas sustituciones de representaciones, intervenciones y  categorías  cooperativas se presentan como una versión remozada de viejas prácticas liberales.

Tratamos de hacer visible una serie de elementos constitutivos de una realidad que se expresa en los discursos, ponencias y representaciones de la Economía Social y Solidaria, considerados objeto de intervención social prioritaria, a las que nosotros consideramos que podrían estar envolviendo  y ensombreciendo al Cooperativismo.

El cooperativismo  posee  una doctrina, fundada en valores y principios, posee  un método  de pensamiento y de interpretación sobre el hombre, la sociedad  y  la empresa que permite una explicación del mundo. Estas categorías constitutivas del cooperativismo reclaman una prosecución en su actividad indagatoria científica.

Qué dudas históricas caben que las condiciones del surgimiento del Cooperativismo tienen que ver con la tensión entre el capital y el trabajo, y las ideas, prácticas y las formas que adquirió de esa situación histórica en las mentes y corazones de los Pioneros de Rochdale, todo ello a la luz de las contribuciones teóricas de pensadores.

Estamos hablando de peculiaridades del Cooperativismo y en función a ellas, su proyección histórica.

Estas líneas pensativas tienden a exponer una inquietud ante el avance y consolidación de una representación que no debiera ser antagónica, no debieran dar el abrazo que ahoga, sino por el contrario, debieran constituir un andamiaje de fortalecimiento, pero, actualmente inducen a interrogantes.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.