Aunque ninguno caso es nunca ni de las misma naturaleza ni de la misma gravedad que otro, es obvio, pues, que no soy yo quién para determinar los tiempos que se lleva cada proceso; pero casi todos los españoles deseamos que, hasta donde se pueda, se debe dar la máxima celeridad. Pongo un ejemplo: del mismo modo que los hospitales, tras una terrible catástrofe de derrumbamiento local o un infortunio de envergadura, la sanidad actúa siempre en base a la gravedad de los heridos, heridos que pueden estar al borde la muerte; y seguidamente, con la máxima rapidez a los restantes. Pero al principio todo resulta confuso, y los periodistas cuentan lo que ven, aunque lo que cuentan no sea siempre lo que ven, dado el revuelo y confusión que, mientras tanto, de manera alarmante, están sufriendo todos los medios de comunicación.
Así, ciñéndonos al caso que nos ocupa hoy -aparte de los ERES de Andalucía-, hay sonidos de tambores que anuncian malos augurios por la presunta financiación del Partido Popular, hoy en el Gobierno, y con mayoría absoluta. No ignorando nunca, desde luego, que hay ciertos procesos de gran complejidad, algo que no se puede resolver de hoy mañana, aunque sí poner todo el empeño y trabajo posible para sacarlos a la luz lo antes posible, con todos los puntos sobre las íes y meridiana claridad. Ášnica forma de que, de una vez por todas, quede esclarecido definitivamente el caso de los llamados “Papeles de Bárcenas”, o, lo que es lo mismo, la presunta financiación del Partido Popular.
Que hoy sea un día importante para esclarecer parte de tantas sombras que no dejan ver toda la verdad, puede. Y que una vez haya interrogado el juez Ruz al director de El Mundo y al imputado y encarcelado Luis Bárcenas, el señor juez habrá tenido ante sus jugosos aperitivos, puede. A ver qué dice ahora el “p… amo” cuando le pregunte el magistrado si reconoce como suya la letra de los documentos del caso, que reposará sobre la mesa. Y cómo le dará forma a los millones obtenidos “con el sudor de su frente”. Es también probable que el juez conozca por qué han dejado tirados en la cuneta a los señores abogados, defensores del presunto hasta ahora.
Y, de hasta donde se llegue, dependerá todo, absolutamente todo. Ya que los altos cargos del PP y el propio Gobierno en pleno han apostado mucho; yo diría que lo han apostado todo. Luego, muchos de ellos puede que palidezcan, aunque apretando las mandíbulas se les notará menos. De cualquier modo, esto no se aclara hoy, por muchas luces que parezcan puras evidencias.