Mienten y mienten y vuelven a mentir.
En pleno ferragosto no se me ha ocurrido otro título para este comentario que el de parodiar a ese popular villancico navideño que nos dice que “beben y beben y vuelven a beber, los peces en el rio…”. A estas alturas no creo que a nadie le sorprenda escuchar seis palabras de cualquier cargo político del PP y que de las seis siete sean mentira.
Nos han machacado con la conveniencia de privatizar diversos servicios de la Sanidad Pública porque ello reportaría menos costos a las arcas públicas dado lo cual supondría un beneficio en lugar de una pérdida. Pues es mentira. Recientemente la Sindicatura de Cuentas de la Comunidad Valenciana ha lanzado una propuesta al Consell para reducir sus enormes gastos en la sanidad. Según la prensa, en un amplio informe sobre la gestión del concierto de resonancias magnéticas, el órgano fiscalizador ha desvelado que la privatización de este servicio está acarreando unas “pérdidas” anuales de 16,7 millones de euros a las arcas autonómicas. Según la Sindicatura esa cifra es la cantidad de dinero exacto que ahorraría la Generalitat Valenciana sino no hubiera optado por la fórmula de la concesión. Es decir, si en vez de haber optado por privatizar esas pruebas, las hubiera realizado con medios propios.
Como es de dominio público la Generalitat Valenciana tiene unos números rojos que su sola mención produce subidas de temperatura a quien tiene conocimiento real de ello. Por estos pagos se dice que debe más que Alemania y Japón cuando acabó la Segunda Guerra Mundial. Pero no pasa nada, si los valencianos, a través de la Generalitat pierden dinero de sus impuestos, porque el PP valenciano ha gestionado, y lo sigue haciendo, tan mal, pero eso sí a los amiguetes les va de maravilla con las privatizaciones, de inmediato el Consell valenciano encuentra la fórmula para reducir esas pérdidas en un intento por evitar, misión imposible esta, que sus libros contables se parezcan a un enorme bancal plantado de ñoras rojas. El Consell ha reaccionado de inmediato y ha anunciado medidas correctoras “convencionales”, es decir nada sofisticadas, consistentes en una subida de impuestos para reducir sus números rojos. Como se puede ver “imaginación” no les falta. Si gastan más, si su gestión genera pérdidas, ambas causas son ya un mal endémico en la Comunidad Valenciana, se recurre a medidas que son propias de un premio Nobel de Economía: Se suben los impuestos. Algo que no se le ocurre más que a las mentes preclaras a los cerebros privilegiados.
Era mentira lo de lo beneficioso que resultaría privatizar algunos servicios en la Sanidad Pública y de que no iban a subir los impuestos. Era todo mentira. Mienten y mienten y vuelven a mentir.