“Si analizamos de cerca la trayectoria seguida por exitosos países en desarrollo, conoceremos nuevas opciones de políticas posibles para todas las naciones y regiones”
Khalid Malik, autor principal del Informe sobre IDH 2013
Para 1950 Corea era uno de los países pobres del mundo. Empobrecido por la guerra y desolado decidió como nación optar por la educación como camino a seguir.
El potencial que desarrolló como nación, actualmente se observa en números. Y por ocupar el puesto 12 en el Ándice de Desarrollo Humano (Informe de Desarrollo Humano, 2013) no sólo se le considera un país rico, sino un país con mejoras indudables en manejo de diferencias por género, protección a los ancianos y niños, investigación y desarrollo –I + D-, una de las potencias en desarrollo de patentes, regalías por uso de patentes per cápita, calidad de vida, etc. Y no sólo es un país rico sino que tiene mejores indicadores de Desarrollo Humano que un país pobre y que otros países desarrollados.
La posición de sus estudiantes en la evaluación PISA 2012 -Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes-, es el tercer lugar en habilidad lectora; el segundo en matemática y el quinto en ciencias.
El sistema educativo coreano se actualiza constantemente, las familias motivan a los jóvenes al estudio, (habrá qué analizar posteriormente el grado de influencia de las exigencias educativas sobre el alto porcentaje de suicidios en jóvenes educativas).
Veamos algunos datos de Corea:
Indice de Desarrollo Humano: 12
Producto Interior Bruto (nominal) 1371.0 miles de millones $ Fuente: Informe de D. H. (2011)
PIB – Per cápita: 27,541. $ Fuente: Banco Mundial (2011)
Superficie: 100,032 km² Fuente: Banco Mundial (2010)
Población: 49.540.000 Esperanza de vida: 80.7 Años promedio de escolaridad: 11.6
Gasto Público en educación % PIB: 5.0 En Salud: 4.1
Médicos por 1000 pers.: 2.0
Población con al menos educ. secundaria completa: 85.4
Tasa de homicidios por cada 100000: 2.6
Tasa de suicidios 100000: Muj. 22.1 Hom. 39.9
Exp. de merc. % PIB: 50.6 Import. merc. % PIB: 46.1
Remesas % PIB. Entrada: 0.66 Salida: 1.12
Gasto en I + D % PIB: 3.4
Investigadores por c/ millón de personas: 4946
Grad. en ciencia e ingeniería % del total: 31.5
Patentes otorgadas por cada millón de habitantes: 1428
Cobros por regalías y derechos de licencia $ per cápita: 86.8
Tasa total de fecundidad (Nacimientos por mujer): 2000/1.3 2012/1.4
Es decir, Corea es el ejemplo para resaltar el enlace entre educación, conocimiento, investigación y economía.
La educación genera cambios tales que “La mayoría de los economistas del desarrollo, concuerdan que entre las principales causas que contribuyeron al Milagro Económico del Este Asiático, se ubican las altas inversiones en educación realizadas en dichos países, los cuales contribuyeron a disponer de una fuerza laboral calificada y una distribución equitativa del ingreso” (Porta Pallais, 2006).
Y la inversión pública y privada en la educación tiene grandes retornos. En el libro Tasa de rentabilidad de la educación en Guatemala, Porta Pallais, citando a Psacharopoulos afirma que los retornos en educación son sumamente generosos y que la inversión en la educación en mujeres tiene una mayor tasa de retorno que la inversión en la educación de hombres, pues por su papel en el hogar tiende a tener un efecto multiplicador mayor por beneficio familiar y social en nutrición, educación, comportamientos sociales, etc.
Aquí podemos hacer una consideración importante, la economía actual se basa en el conocimiento, pero indudablemente, más allá del conocimiento, está la investigación y su inversión, y los retornos por estos conceptos son altos. Corea es la mejor muestra de esta afirmación.
También, es importante resaltar algunos aspectos del Informe Mckinsey (Mckinsey & Company, 2010) dado que resultan vitales para la reflexión:
“Un sistema educativo puede mejorar de forma significativa independientemente de donde empiece – y estas mejoras pueden lograrse en menos de 6 años”.
El inicio de mejora de un sistema, nunca es tardío, requiere voluntad política y, mucha imaginación, pues al mejorar el sistema, mejora la sociedad.
“Mejorar el desempeño de un sistema requiere, en definitiva, mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes en las aulas”.
Las sociedades donde los sistemas educativos son exitosos han tenido que crear experiencias de aprendizaje innovadoras, han aprovechado todas las inteligencias de los estudiantes y las evaluaciones han dejado de ser aquellos destructivos aprendizajes memorísticos, sino aprendizajes significativos.
En Corea se aprecia a sus profesores, de dice que “a un maestro no se puede pisar ni la sombra”, elige a sus docentes de la parte superior de rendimiento, invierten en la formación de sus docentes para generar una docencia es prestigiosa.
Siempre en el informe Mckinsey, cuando comparan sistemas educativos ataca los principales males que afectan a la educación: repitencia y deserción, el informe dice: “El tercer rasgo distintivo de los países con mejores resultados está en lo que hacen cuando las cosas van mal. Finlandia es número uno en profesores dedicados a los alumnos que se quedan atrás: hasta uno de cada siete docentes en algunas escuelas”.
Con esta atención, evitan que jóvenes queden a la deriva y logran controlar problemas de desadaptación futura, males que pueden ser la delincuencia. Y que posteriormente tienen un alto costo social y económico.
Y aquí cabe una observación final: Algunas personas consideran que el costo de la cobertura y calidad educativa es onerosa, pero si vemos el costo de la “no cobertura” es más caro, mucho más caro y destructivo para la sociedad.
Bibliografía Consultada:
http://www.iadb.org/es/temas/educacion/aprender-de-corea-del-sur,4135.html
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=201014897018
http://sergimateo.com/el-secreto-del-exito-de-corea-del-sur/
http://datos.bancomundial.org/indicador/GB.XPD.RSDV.GD.ZS
Informe McKinsey sobre sistemas educativos
http://www.americalearningmedia.com/edicion-010/117-noticias/844-informe-mckinsey-sobre-sistemas-educativos
Porta Pallais, Emilio Tasas de Rentabilidad de la Educación en Guatemala, 2006
