Desde que leà1984 en la adolescencia, he sentido una perpetua fascinación por la presciencia de George Orwell. La saga Edward Snowden/Glenn Greenwald llamó nuestra atención sobre un aspecto de lo que Orwell predijo tan agudamente, pero el “siempre hemos estado en guerra con Estasia†está volviendo a la palestra debido a la… “situaciónâ€â€¦ con Ucrania, Crimea y Rusia.
El desarrollo más reciente en ese frente mientras escribo esta columna –y que muy posiblemente será sustituido por otra noticia antes de que sea publicada– es la “suspensión†de Rusia del G8. Debido a que existen tantas opiniones contradictorias sobre el tema, permÃtanme ofrecerles la más simple y plausible explicación de lo que estamos viendo:
Los oligarcas, los estadounidenses tanto como sus homólogos rusos –e incluso hasta más que ellos– anhelan el regreso de la Guerra FrÃa.
La mayorÃa de nosotros, la gente normal, no tiene ese tipo de anhelos, por supuesto. Los que tenemos más o menos 40 años, recordamos cómo era vivir bajo la constante amenaza de la aniquilación nuclear, que podÃa desatarse en cualquier momento si llegaba a romperse el delicado equilibrio entre las dos “superpotenciasâ€.
Sin embargo, para la oligarquÃa estadounidense –mejor conocida como el “complejo militar industrialâ€â€“ que se estableció como dominante en la economÃa y la polÃtica de EE.UU. durante e inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, simplemente no puede hacer tanto dinero fácil ni acumular tanto poder incuestionable en el juego de ser “la única superpotencia del mundoâ€.
Necesitan a alguien que juegue de contraparte para que el chantaje funcione como es debido. Las cosas de poca monta como el terrorismo tienen márgenes de ganancia muy ajustados. El dinero está en las armas nucleares, los aviones caros, ese tipo de cosas; el material que se utiliza para luchar contra enemigos que al menos en teorÃa tienen tanto poderÃo militar que uno. Y seamos sinceros, “Irán como una amenaza nuclear†es simplemente risible como justificación para ese tipo de proyectos.
La oligarquÃa estadounidense necesita un gran enemigo para justificar el millón de millones de dólares al año que le arrebata a los contribuyentes a nivel nacional (además de lo que hace con la venta de armas en el extranjero y cosas por el estilo). Un enemigo con una gran población, una base industrial real, una posición dominante en su región. Un enemigo conocido, al menos en el último siglo o asÃ, por sus ambiciones expansionistas y por ser un hueso duro de roer en la guerra sin cuartel.
En una palabra, la oligarquÃa estadounidense necesita a Rusia.
Y ¿qué necesita Vladimir Putin? Bueno, necesita una excusa para volver a ser el Gran Oso Malvado. Al igual que los Estados Unidos, Rusia y sus satélites, señorÃos y aliados, tienden a solidificarse en un monolito formidable y autoritario ante la amenaza externa, pero ese monolito empieza a deshilacharse por todos lados si de repente emerge la paz. Al igual que con la oligarquÃa de Estados Unidos, Rusia (en la mayorÃa de los casos con las mismas caras que en la época soviética, o sus herederos) necesita una amenaza externa para mantener el chorro del dinero fácil bien abierto.
El mejor enemigo que haya tenido jamás, los nazis, desaparecieron inconvenientemente más o menos en 1945 (aunque Russia Today se esfuerza bastante por crear algunos desde cero en Kiev). Asà que no queda otra que conformarse con el segundo mejor enemigo: los Estados Unidos.
Es como el cuento del Hermano Oso y el Hermano Conejo, pero con dos Hermanos Osos, cada uno rogándole al otro que no lo eche en el zarzal, mientras secretamente alberga la esperanza de que ambos terminen allà adentro. ¡Todo el mundo gana! Bueno, al menos los dos grupos de oligarcas ganan. El resto de nosotros, no tanto.
ArtÃculo original publicado por Thomas L. Knapp el 24 de marzo de 2014.
Traducido del inglés por Alan Furth.