Karma

¿Fe o Razón?

Los dogmas religiosos casi me han obligado (obligado mismo) a que crea a ciegas que muchos acontecimientos relatados en la Biblia son ciertos sin que intervenga para nada el uso de la razón para su discernimiento. Son dogmas de fe, me dicen, por lo tanto, debo creerlos y aceptarlos aunque mi razón y el conocimiento me indiquen otra cosa. Sin entrar en profundidades filosóficas o teológicas, quisiera realizar algunas reflexiones sobre algunos dogmas que requieren de cierto conocimiento para que los mismos tengan el carácter de tales, es decir de dogmas religiosos.

Veamos:

La religión me obliga a creer que Dios creó los cielos y la tierra. Y no solo en el estado natural de hace miles o millones de años, cuando los seres vivientes aparecieron en la Tierra, sino tal como se la ve hoy en día; en otras palabras, me dicen que Dios ha creado a la Tierra tal como se presenta ahora, con sus mares, sus ríos, sus montañas, su vegetación, sus flores, su fauna, etc.

Pero el conocimiento nacido de la investigación nos da cuenta de que el mundo que conocemos es muy diferente del de hace millones de años. La geología de las montañas ha variado por diversos factores, ya sea climatológicos, ambientales, sismológicos, etc. y hasta por el paso del tiempo. El suelo que pisamos no es el mismo. El aire que respiramos tampoco. El agua que bebemos ya no es igual. Todo se ha modificado por diferentes factores y el ser humano mucho ha tenido que ver en ese cambio.

Algunos pueden decirme que la constitución interna y hasta el color de una flor no han cambiado y que la vegetación tiene el mismo ciclo natural… Puede ser, pero la que la tenemos ¿fue la de hace millones de años? Hasta el propio ser humano ha sufrido mutaciones en su fisiología, anatomía y en su físico. Y ni pensar en su aspecto mental.

Los continentes no son iguales: la erosión, los cambios climáticos, las inundaciones, y la contaminación del medio han variado sus formas y su constitución geológica.

El simple hecho de leer: «Dios creo los cielos y la tierra» conlleva una carga muy grande de razón y conocimiento. Desde la creación de la escritura y los signos hasta el aprendizaje de la lectura de quién lo lee, y no se diga de quien piense qué son los cielos y la tierra. El concepto de cielo y de tierra ha variado desde que fue escrito el primer versículo de la Biblia. Hace no pocos siglos se consideraba a los cielos, desde el aspecto físico, como una bóveda azul celeste que rodeaba la tierra y que las estrellas estaban suspendidas en dicho manto. La Tierra fue concebida como un espacio de suelo plano extendiendo sus fronteras solamente al Este y Oeste, fuera de este espacio solo los más valientes se atrevieron a explorar y no es sino hasta el año 1492 que el mundo Europeo «descubre» un nuevo continente: América. Entonces ¿qué es lo que pensaban los que escribieron esta sentencia? ¿Qué fue lo que pensaron que Dios creó?  

Hoy sabemos la magnitud del Universo, pero aún no sabemos cómo se gobierna todo el Sistema. Cuando el hombre alcance el conocimiento total del Cosmos, a lo mejor, en ese entonces, empiece a comprender a Dios. Y empiece a comprender su rol en el Universo. O entender…

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.