La Enfermedad Hemorrágica del Á‰bola es una afección sumamente contagiosa y extremadamente grave que aqueja tanto a seres humanos como a otras especies de mamíferos, como monos, macacos, gorilas, murciélagos y ciervos.
Es causada por un virus de la familia de los Filovirus, que proviene del río Á‰bola (en la República del Congo, antiguo Zaire), adonde fue identificado por primera vez en 1977, durante una epidemia caracterizada por una altísima mortalidad.
Tiene cinco cepas que llevan el nombre de los países y regiones de las que provienen: Á‰bola-Sudán; Á‰bola-Zaire; Á‰bola-Reston (Zaire, Filipinas); Á‰bola-Tai Forest y Ebola-Bundibugyo.
La infección se transmite por contacto directo con fluidos corporales como la sangre, secreciones, saliva, orina o vómitos, de animales o seres humanos.
El período de incubación varía de 6 a 14 días, mientras que el porcentaje de muertes debido a esta enfermedad, puede llegar al 92% de los casos, lo que hace que por su alta tasa de letalidad pueda llegar a ser considerado potencialmente un arma biológica. El período de incubación puede durar alrededor de los diez días a partir del contagio y se caracteriza por escalofríos, cefaleas, fiebre, náuseas, dolor de garganta y vómitos.
Los síntomas son variables, ya que dependen de cada persona y situación particular. Los síntomas tardíos de la enfermedad son: sangrado por boca, recto, nariz, ojos, oídos, fiebre alta, postración, dolor muscular severo (mialgias), vómitos incontrolables, diarrea sangrienta, mareos, cefaleas intensas, dificultades respiratorias, erupción sanguinolenta generalizada, además de dolor articular y abdominal.
Los pacientes generalmente mueren por un shock hipovolémico, producido por las repetidas hemorragias.
La transmisión de los animales al hombre se produce de diversas formas, por el contacto entre la especie portadora del virus y los seres humanos. Se ha trabajado sobre la hipótesis de la vía indirecta: murciélago de la fruta – gorila – macaco – hombre.
Recientemente se produjo el mayor brote de Á‰bola, afectando inicialmente a Guinea-Conakry y expandiéndose posteriormente a Sierra Leona, Liberia
y Nigeria, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó la emergencia sanitaria internacional al rondar los primeros 1000 fallecidos por la epidemia, recomendando las medidas necesarias para detener su transmisión, ante el riesgo cierto de una pandemia a nivel mundial.
Las precauciones que recomienda la OMS al personal sanitario a cargo y a los familiares son la utilización de guantes, barbijos, gafas y trajes protectores, para no quedar expuestos al contacto directo con la sangre y secreciones de los pacientes infectados.
Igualmente han sugerido reducir el riesgo de transmisión de animales a seres humanos, sacrificando e incinerando a los animales infectados, restringiendo el contacto con carne cruda de monos y evitando la exposición al murciélago de la fruta.
No existe ningún tratamiento o vacuna efectivos contra el virus del Á‰bola, aunque hay varios medicamentos en proceso de experimentación que son extraordinariamente riesgosos en animales, ya que deben ser llevadas a cabo en laboratorios con el máximo nivel de bioseguridad.
En Estados Unidos y en Suiza, se ha desarrollado el ZMapp, un suero experimental con resultados positivos en simios.
La empresa canadiense Tekmira Pharmaceuticals ha creado un fármaco llamado TKM-Ebola, que parece tener resultados satisfactorios en forma experimental, mientras que el laboratorio farmacológico NewLink Genetics Corp. (USA), aseguró que está por iniciar tratamientos en humanos con una vacuna que ha probado ser efectiva para prevenir la infección en simios en forma experimental.
Se ha realizado esta nota sobre el virus del Á‰bola, a pesar de nuestra falta de experiencia en esta enfermedad, con el objetivo de difundir información útil a la población y así contribuir a prevenir un hecho tan importante para la salud humana, como es la actual epidemia que desangra literalmente a África, pero que puede afectar en el futuro a nuestra Comunidad