EL CRISOL – Pascual Mogica costa
Ahora resulta que todo este desaguisado, conocido como crisis económica, en que nos hallamos inmersos gracias a los “buenos oficios” de los sesudos grandes prohombres del mundo de la economía, de los números, y a los ilustres financieros a los que les hacemos guardianes y custodios de nuestro dinero, que nos habían hecho creer, todos ellos, que todo el monte era orégano y nosotros les creímos a pies juntillas, ahora resulta que todo este remedo de las siete plagas de Egipto tiene solución.
Aznar ha sacado un nuevo libro en el cual por enésima vez nos da la receta para acabar con la crisis pero por lo visto ni el Gobierno de España ni el resto de los ejecutivos de otros países le hacen caso. Por cierto, el pasado día nueve el periódico El Plural, se hacía eco de unas declaraciones hechas en la SER por el escritor y periodista, Juan José Millás, en las que este afirmaba que Aznar jamás ha escrito un libro.
Pienso yo, que si tan seguro está Aznar de que si su fórmula magistral para acabar con la miseria, porque hoy, unos más que otros, nos encontramos en la indigencia, exagero, pero al tiempo, o a las puertas de ella, si su recomendación tiene signos positivos, lo que debería hacer es utilizar como conejo de indias a las comunidades autónomas en las que gobierna el Partido Popular y poner en práctica lo que sobre el papel tiene escrito o lo que tiene en mente, yo creo que este ensayo no encontraría problema alguno para escenificarlo y mostrárselo a los ciudadanos como único modo de comprobar si las ideas de Aznar son positivas. Y digo que no habría dificultad alguna porque todos sabemos lo dados que son algunos de los presidentes autonómicos del PP a pasarse por el arco de triunfo las leyes que promulga, previo dictamen favorable de las Cortes Generales, el Gobierno de España, a tal efecto cito la Ley del Tabaco y la de Dependencia, tanto Valencia como Madrid han hecho caso omiso del contenido de estas leyes y las han adaptado según les ha parecido a sus gobiernos, gobiernos del PP, es más, al propio Aznar se rebeló contra la abortada Ley del Vino. Esto deberían hacerlo para demostrar al mundo entero que Aznar es un portento y que tiene soluciones para acabar con nuestras penas. Si de verdad, Aznar, nos dice la verdad, perdón por la redundancia, no creo que exista ningún impedimento para que se pueda poner en práctica, en esas comunidades, lo que podría llegar a ser el milagro de Aznar. Milagro que le llevaría a ser un serio competidor de las vírgenes de Lourdes y de Fátima.