Sociopolítica

Terremotos ciudadanos o La Libertad se hace camino

Durante las últimas semanas, en Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía se ha desatado una especie de terremoto con réplicas múltiples. El centro sísmico se encuentra en la placa tectónica sectaria, una fricción no declarada en el subsuelo del partido que estaba buscando una vía de escape y no la encontraba.

Desde hace meses esa fricción se hacía cada vez más fuerte e intentaba arrollar a los militantes que creían más en los principios fundacionales de Ciudadanos que estos topillos mal avenidos. El aire rancio que salía de sus guaridas y canales se hizo irrespirable. Más que topillos, parecían otro tipo de roedor.

Cuando se produjo el gran anuncio de coalición electoral con la plataforma europea Libertas, del millonario irlandés Ganley, cuyo peso en la coalición ha supuesto la imposición de un cabeza de lista diferente al de Ciudadanos, el ex director de la ONCE y ex presidente de Telecinco Miguel Durán, el subsuelo de Ciudadanos comenzó a temblar y los topillos dieron signos de ahogamiento y terror.

Como en todos los terremotos, el primer susto aumentó al considerar las bajas repentinas. La jugarreta del presidente del partido, Albert Rivera, sentó muy mal al subsuelo ciudadano e hizo que los incívicos salieran a la superficie en busca del hedor perdido, perdón, de los principios vilipendiados – según ellos.

Pero en realidad se trataba y se trata de una coalición electoral para una fecha concreta, aunque ellos presentan el asunto como si de una fusión entre partidos de tratara. Cierto, el conglomerado de Libertas en Europa es variopinto, en cada país son partidos de diferente línea ideológica que coinciden sólo en los planteamientos europeos de Libertas para poder provocar un cambio profundo en las instituciones europeas.

Los topillos incívicos llevaban meses cavando en el subsuelo para debilitar las estructuras del partido. Lejos de haber conseguido desvirtuar la idea de poder representar a toda la ciudadanía, con independencia de las ideologías y estructuras tradicionales de los partidos creando algo nuevo, con ideas nuevas y maneras más democráticas de hacer política, intentaron fusionar de facto el Partido de la Ciudadanía con el proyecto unipersonal de UPyD, y al no conseguirlo y no hacerse con las recompensas por acabar con el proyecto de Ciudadanos, algunos se fueran antes y muchos después del terremoto provocado por haber minado hace tiempo las bases del partido.

No es que en Ciudadanos se hayan hecho las cosas bien del todo, ni mucho menos. El proceso de las elecciones primarias tuvo más defectos que resultados prácticos, y la puesta en práctica de lo que decidieron los afiliados tuvo aún más defectos. Aún así, Ciudadanos es el único partido con un funcionamiento interno basado en la democracia directa, en la que participaron bastante pocos afiliados, y ello en un momento en que no se había firmado ninguna coalición.

Ahora, el terremoto lo aprovechan todos los descontentos, diputados incluidos. Precisamente los dos diputados que acaban de dejar el partido son un ejemplo de la incoherencia de los incívicos. Ambos estaban buscando una salida del partido desde hace meses, ambos son favorables a UPyD, y uno de ellos no duda ni en hacerse tránsfuga -¡tránsfuga!- con tal de debilitar a Ciudadanos, cuando es el transfuguismo lo que éstos y otros critican cuando hablan de personajes presuntamente ligados al PSDE, uno de los socios de coalición electoral.

¿Cuál será el futuro de Ciudadanos tras las europeas? Parece difícil de predecir. Si Ciudadanos sale airoso de las elecciones, la reconstrucción del partido será fácil después de haber dejado atrás el lastre de los críticos destructivos. Si pierde pueden pasar dos cosas: La desaparición o la refundación sobre nuevas bases.

No queda muy claro el beneficio último que aporta Libertas. Pero está claro que sin Libertas Ciudadanos no tendría posibilidad alguna de tener éxito en las europeas, entre otra por falta de medios y un candidato mediático. Miguel Durán es un buen orador en cuanto habla de forma coherente y sabe de qué está hablando. Se identifica con las ideas que defiende Ciudadanos. Otro hecho es que ahora no se habla nada de Rosa Díez ni de UPyD. UPyD está perdiendo afiliados a raudales, por su falta de democracia interna. Cuenta en su lista con gente que antes creaba mal ambiente en Ciudadanos, que ha aceptado de repente la dedocracia y que hace muy poco aún calentaba sillas en Ciudadanos mientras cavaba los túneles hacia el lado rosa, la tenue luz que emite el lado oscuro cuando enciende las hogueras en las que freír los votos captados.

La salida de los topillos despeja el camino hacia la libertad, una visión liberal de la política abierta a todos los ciudadanos que coinciden en la idea de querer una política diferente, cercana, directa y responsable, libre de lastre ideológico encerrado en un mundo del pasado, en estructuras del pasado. El mundo necesita libertad para que el ciudadano sea libre y pueda respirar, no un parque jurásico.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.