Aumentar los pagos fraccionados a cuenta del Impuesto de Sociedades es un grave error
- La Administración busca financiarse gratis durante nueve meses a costa de las empresas.
- Al no haber plazo de finalización, estamos claramente ante una subida de impuestos y no ante una medida temporal.
- La medida no afecta sólo a la gran empresa, ya que ésta la repercutirá inevitablemente a sus clientes, tanto pymes como personas físicas.
La Unión de Contribuyentes (UC) ha publicado un informe de valoración sobre las últimas decisiones adoptadas por el Gobierno en relación con el Impuesto de Sociedadesy los pagos fraccionados
La Unión de Contribuyentes considera que la decisión del Gobierno de aumentar los pagos fraccionados del Impuesto sobre Sociedades constituye un grave error que afectará sin duda al conjunto de los contribuyentes y no sólo a la gran empresa.
Las empresas directamente afectadas, en general, tendrán que repercutir el coste de la medida en su política de precios, trasladando esta alza fiscal encubierta a sus clientes, incluyendo a las pymes y a los particulares. Además, la medida podría llevar a parte de las empresas a contener su política de inversión y de contratación.
Cristina Berechet, autora del informe y Directora General de la Unión de Contribuyentes, ha declarado hoy que “lo que persigue el Gobierno es facilitar una financiación a coste cero para la Administración por un periodo de nueve meses, hasta la liquidación del impuesto en julio de 2017”.
Ha generado polémica la posición del Gobierno, según la cual este aumento de los pagos a cuenta no es una subida de impuestos.
Para Cristina Berechet, “al no tener plazo de finalización, el incremento de los pagos fraccionados sí constituye una subida fiscal”.
“Utilizar el Impuesto de Sociedades como instrumento de reducción del déficit es un grave error”, ha afirmado Berechet, ya que “el déficit se reduce recortando el gasto y no aumentando los ingresos fiscales de una manera tan artificial”.
“Además —ha señalado— el gobierno sólo está barajando tres medidas de reducción del déficit: un menor pago de intereses de la deuda, lo cual es meramente circunstancial; la lucha contra el fraude, que no constituye un incremento estimable de los ingresos; y este incremento de los pagos fraccionados en Sociedades, que supone un aumento ficticio de la recaudación”.
Aunque la reciente edición del Barómetro de Percepción de la Fiscalidad señala al impuesto de sociedades como el menos impopular de los tributos vigentes, la medida adoptada por el Gobierno perjudica a todos los contribuyentes y se suma a la trayectoria de alzas fiscales de los últimos años.
Es necesario recordar que nuestro Impuesto de Sociedades sigue siendo demasiado elevado en comparación con la mayoría de países de la Unión Europea.