Tras una profundísima reflexión, el vicepresidente último del Gobierno Zapatero, Manuel Chaves, de 66 años e hijo del coronel del ejército franquista, Antonio Chaves, ha decidido continuar como diputado, liderando la lista electoral del PSOE de Cádiz al Congreso. El motivo, entender que “no puede tirar la toalla en momentos tan difíciles para el partido. Un irse de la batalla política podría interpretarse por sus compañeros como una huida”.
¡Ahí queda eso!
Según afirma Susana Díaz, secretaria de Organización del PSOE-A, Chaves es un valor importante para los socialistas gaditanos y andaluces. Por su parte, Elena Valenciano, responsable de la campaña electoral de Rubalcaba, que también le quiere mucho, considera que Manolo podría optar por una retirada porque se lo merece….
Para la oposición, el citado personaje no pasa de ser un irresponsable, incapaz de ejercer y resolver sus responsabilidades de Gobierno. Jamás ha facilitado explicaciones sobre los supuestos escándalos que rodearon su gestión política en la etapa de Presidente de la Junta de Andalucía.
Al margen de los increíbles argumentos y justificaciones, a Chaves, el único motivo real que le obliga a seguir en política, pasa por conservar su condición de “aforado” y conservar el privilegio en materia de jurisdicción. Entre otros temas, le preocupa muy seriamente la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de la Junta de Andalucía y sus consecuencias sobre los incentivos a la empresa donde trabajaba su hija (Matsa) que ascendieron a 10,1 millones de euros. Igualmente, la jueza Mercedes Alaya, instructora del caso de los ERE, continua investigando eficazmente quiénes idearon el sistema fraudulento y quiénes lo toleraron…. Ante la gravedad de tales conflictos pendientes, es perfectamente comprensible que Chaves opte por garantizarse que cualquier querella se tramite en el TSJA o el Supremo.
Mención aparte merece la deteriorada relación y desconfianza que se ha creado entre Manuel Chaves y su sucesor en la Presidencia de la Junta, José Antonio Griñán, de quien sospecha que en Consejo de Gobierno de dicha Junta no evite el que se le sancione por incumplimiento de la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos, o bien que pretenda trasladarle todo el delicado tema de los ERE, más la porquería que pueda aparecer tras celebrarse las elecciones autonómicas en Andalucía, como está ocurriendo en otras Comunidades. El panorama se presenta francamente feo.
Lo más triste es que, al final, todo el mochuelo se lo cargarán los gaditanos, que sin comerlo ni beberlo tendrán que cargarse este “lastre” llamado Manuel Chaves, al que esperemos no voten.
Conviene recordar que entre los años 1986-1980 le fue encomendada la Cartera de Trabajo, siendo apodado merecidamente como “Ministro del Paro”… por su eficacia. Cádiz con una renta per cápita de las más bajas de España y una dramática tasa de paro, no merece que el PSOE le imponga a este “forrado”, que la RAE define como: “bien dotado para urdir intrigas a las que sacar provecho”, para lo que presuntamente este ceutí es tremendamente habilidoso. Que conste que el haber formado parte del “clan de la tortilla”, elitista grupo al que también pertenecieron entre otros, Felipe González y Alfonso Guerra, tiene su mérito. Si bien, no todos han sabido aprovecharlo tan efizcazmente, y si no, que se lo pregunten al expresidente de la Junta de Andalucía, que permaneció en el cargo durante 19 años y no tiene previsto jubilarse de la política.