Y es que cuando parecÃa que ya no podÃamos estar peor… la realidad una vez más supera nuestra imaginación. Las medidas tomadas por el recién estrenado Consejo de Ministros no sólo han dejado congelados a los trabajadores de la función pública sino al resto de mortales de a pie: aumenta el IRPF, se aprueba la Ley Sinde, no más ayudas para dependencia ni a los jóvenes para alquiler, se congelan los salarios a los empleados públicos y, claro, se les amplÃa su jornada laboral… y no olvidemos la congelación del salario mÃnimo interprofesional anunciado el pasado 28 de diciembre, dÃa de los santos inocentes, como si de una broma macabra se tratara. A este ritmo las pelÃculas de Freddy Krueger serán cosa de niños.
Pero, ¡qué no cunda el pánico! La Sra. Sáenz de SantamarÃa lo ha dejado bien claro: son medidas «que tratan de salvaguardar a los más débiles». Y ¿quiénes son los más débiles? ¿Las rentas más altas? Porque éstas sà que están bien salvaguardadas. En fin, creo que aquà hay alguien que habla otra lengua. No se trata de recortes, no se confunda, son reformas. ¿Quién ha dicho copago? Aquà tique moderador. ¿Recortar los salarios? ¡Qué va! Se trata de aumentar la competitividad.
Y bueno parece que lo “mejorâ€, según los ministros tan bien preparados en “salvaguardar†los intereses de la empresa privada, está aún por llegar. Volviendo al discurso de la Sra. Sáenz de SantamarÃa, esto sólo “es el inicio del inicioâ€. Amigas amigos agárrense fuerte a la pancarta que vienen recortes.