Nos lo cuenta la Dra. Amaro, directora médico en clínica Feel Good y autora del tratamiento de pérdida de peso patentado como “la dieta definitiva”, el Método Amaro
¿Coincidencias de la naturaleza? Si nos fijamos en ella, podemos ver que existen determinadas frutas y verduras que son similares a ciertos órganos de nuestro cuerpo y a su vez, altamente beneficiosos para los mismos. La Dra. Amaro, directora médico en clínica Feel Good y autora del tratamiento de pérdida de peso patentado como “la dieta definitiva”, el Método Amaro, analiza algunos de los más importantes y sus respectivos beneficios.
La zanahoria y los ojos
Si partimos una zanahoria por la mitad encontraremos una gran similitud con el ojo humano. Las zanahorias ayudan a gozar de una buena salud visual. Es una hortaliza rica en betacarotenos que nuestro cuerpo transforma en vitamina A siendo imprescindible para la visión nocturna o cuando hay poca luz. Además, el betacaroteno reduce el riesgo de desarrollar cataratas.
El aguacate y el útero
El aguacate es la fruta perfecta para el útero por varios motivos. Está demostrado que puede reducir las posibilidades de cáncer de útero y ovarios dado su poder de equilibrio hormonal en las mujeres. Cuenta con gran cantidad de ácido fólico por lo que es muy recomendable en mujeres que estén pensando en quedarse embarazadas o durante los primeros meses de gestación. Sería recomendable que toda mujer tomara un aguacate a la semana. Además, está demostrado que su consumo tras el embarazo ayuda a la pérdida de peso.
El apio y los huesos
El apio cuenta con alto contenido en vitamina K lo que ayuda a aumentar la masa ósea de nuestro cuerpo. Además es rico en calcio, otro elemento imprescindible para la salud de nuestros huesos.
La nuez y el cerebro
Las nueces tienen alto contenido en ácidos grasos omega 3, omega 6 y omega 9. Son antioxidantes y antiinflamatorias. Se deben consumir a diario dado que está demostrado que ayudan a mejorar la memoria y previenen enfermedades cardiovasculares. Estudios recientes demuestran que su ingesta puede ayudar a combatir enfermedades como la demencia o el Alzheimer.
El tomate y el corazón
El consumo frecuente de esta fruta está demostrado que previene enfermedades cardiovasculares gracias a su alto contenido en licopeno, un potente antioxidante.
La naranja y el pecho
Esta fruta cuenta con un compuesto llamado D-limoneno que ha demostrado ser efectivo en la prevención del cáncer de mama. Los cítricos facilitan el drenaje linfático de las glándulas mamarias.
El jengibre y el estómago
El jengibre es una hortaliza que estimula el páncreas y favorece la secreción de enzimas digestivas que facilitan la digestión. Ayuda a calmar los dolores de estómago y previene náuseas y vómitos.
Las setas y los oídos
Las setas cuentan con un alto contenido en vitamina D. Muy pocos alimentos contienen esta vitamina de manera natral. Esta vitamina aumenta la resistencia ósea, vital para los pequeños huesos en el oído. Está demostrado que la vitamina D previene el riesgo de deterioro del sistema auditivo originado por la edad manteniendo el órgano fuerte. Actualmente en España tenemos una cifra muy elevada en la población de carencia de esta vitamina, situándonos a niveles de los países nórdicos a pesar de vivir en un país con muchas más horas de sol. Esto es debido a una mala alimentación y a la protección solar.