EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Poco a poco Rajoy va dándonos cuenta de cuáles son sus intenciones si consigue la presidencia del Gobierno de España. A la intención de derogar la Ley del Aborto y la que permite el que personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio se añade ahora la de privatizar las empresas públicas. Rajoy ha dicho que en España “sobran la mitad de las empresas públicas” lo cual deja bien claro que si gobierna va a privatizar las empresas que sean rentables y se quedará con las deficitarias. De esto ya tenemos experiencia en la Comunidad Valenciana. Ya en tiempos de Zaplana, ¿o de Camps? se privatizaron las estaciones dedicadas a la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) que se gestionaban desde la Generalitat Valenciana y que sin duda alguna suponían un ingreso para las arcas públicas bastante seguro y muy rentable ya que todo aquel que tenga un vehículo a motor no tiene más remedio que utilizar este servicio, o lo que es lo mismo: pasar por el aro. Ahora el negocio es para la gestión privada. Un chollo ya que en muchas ocasiones el usuario no paga por una sola vez si no que, como es sabido, si te “catean” la primera inspección tienes que volver a pagar para pasar la segunda y que te den el visto bueno. Sin embargo entre las empresas públicas que existen en la Comunidad Valenciana hay una que es una verdadera ruina, me refiero a Ciegsa que se creó para gestionar la construcción de centros escolares y que a pesar de que no se construyen los que verdaderamente se necesitan el déficit de esta empresa es de los que causan terror debido a la mala gestión que hace que al final de la obra de cualquier colegio los sobrecostes sobrepasan en muchos casos al costo presupuestado. Evidentemente esta empresa no la van a privatizar porque no genera beneficios y no le vas a dar a un amigo un negocio más que ruinoso.
Si te fijas en las declaraciones de Rajoy y en las de su vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, estamos en condiciones de afirmar que en este país andamos “sobraos”. González Pons, ha afirmado que “hay demasiados burócratas y políticos en la Administración”. Puede que tenga razón, no seré yo quien se los discuta, pero si es tal y como él manifiesta podría empezar por dimitir él para dar ejemplo. Considero que el mundo de la política no sufriría una pérdida irreparable y los españoles no lo sentiríamos mucho. Bueno, la verdad sea dicha es que echaríamos de menos sus “cantadas” y despropósitos. Eso sí, echaríamos de menos también, todo hay que decirlo, el buen humor de este personaje digno representante de la bufonada.