Ciencia

Aplican la química analítica a la restauración de cuadros y a la datación de firmas

Ofrecer soluciones a todo tipo de problemáticas actuales. Á‰sa es la misión de la química analítica, según palabras de Rosa Alonso, directora del Grupo de Investigación Farmartem de la UPV/EHU. El nombre del grupo lo dice todo respecto a lo variado de esas problemáticas. Farmartem: fármacos, arte y medio ambiente.

La del arte es la línea de investigación del grupo que menor recorrido tiene. No obstante, según la Dra. Alonso, la están potenciando: “Creo que tiene un futuro prometedor. En el País Vasco no se ha hecho demasiado en materia de datación de documentos”.
Precisamente, la datación de documentos es una de las tareas estrella de la línea de bellas artes del grupo Farmartem. Incluso tienen un proyecto subvencionado por el Gobierno Vasco: Métodos analíticos aplicados al análisis forense de documentos.

En él, colaboran con una empresa especializada en peritajes judiciales en la datación de posibles documentos falsificados. “A veces surgen dudas sobre la firma de un contrato. En estos casos, judicialmente, es muy importante saber cómo están firmados, si las dos firmas de un mismo contrato se han hecho con el mismo bolígrafo y la datación”, explica Itxaso Maguregi, profesora de la Facultad de Bellas Artes a cargo de esta línea de investigación.

“Por ejemplo, las tintas tienen disolventes, que desaparecen con el tiempo. Estudiando esos disolventes podemos saber, más o menos, cuánto tiempo lleva esa firma en el manuscrito”. En estos momentos pueden situar una firma en el tiempo con un margen de error de cinco años. “Estamos trabajando para limitar más esos plazos”, explica Maguregi.

Restauración y conservación del patrimonio

El patrimonio artístico es el otro gran campo en el que trabaja la línea de bellas artes. Tal y como explica la Dra. Maguregi, al igual que las firmas en los contratos, la química analítica puede datar y autentificar pinturas de hace varios siglos: “Sobre todo en los siglos XVI-XVIII, cada pintor tenía su paleta pictórica y sus pigmentos, además de técnicas específicas. Por ejemplo, encontrar pigmentos inventados a partir del siglo XIX en un cuadro que se supone del XVII es un anacronismo. Significa que el cuadro no es auténtico o que está mal datado”.
En cuanto a la conservación del patrimonio en sí, la química analítica sirve para minimizar riesgos a la hora de restaurar una obra. “Si, por ejemplo, queremos quitar barniz envejecido de un cuadro, querremos hacerlo sin dañar esa pintura que se encuentra debajo. Necesitaríamos un disolvente adecuado, y para eso necesitamos saber cuál es su naturaleza química. Es imprescindible conocer la materia”, dice Maguregi.

Mucho más que arte

La de bellas artes puede resultar la línea más llamativa y novedosa de este grupo de investigación dirigido por Rosa Alonso, cuyo trabajo se completa con otras dos líneas: la de fármacos y la de medio ambiente e industria.

La línea de fármacos fue, precisamente, el punto de partida de este grupo de investigación. En estos momentos están especialmente centrados en desarrollar metodologías basadas en la cromatografía, que permitan el seguimiento de pacientes con síndrome metabólico (glucosa o colesterol alto, obesidad, hipertensión…) y ver qué efecto tienen sobre ellos los diversos fármacos que se les prescribe. Según explica Alonso, se trata de “ver, por ejemplo, si cuando un tratamiento no funciona puede ser debido a interacciones entre fármacos”.

En cuanto a la línea de medio ambiente e industria, empezaron en ella a raíz de colaborar con varias empresas del sector químico. Una de sus especialidades es el desarrollo de nuevas metodologías para el control de calidad: “Con nueva instrumentación se puede ganar muchas veces en tiempo, en hacer análisis que produzcan menos residuos, y ser medioambientalmente sostenibles». También asesoran a las empresas privadas para desarrollar productos medioambientalmente compatibles. Por ejemplo, ofreciendo alternativas a los disolventes orgánicos que proceden de la industria del petróleo.

Arte, fármacos y medio ambiente e industria son campos muy diferentes pero, tal y como afirma Alonso, hay una razón por la que van de la mano en Farmartem: “Un grupo de química analítica puede, con estas nuevas tecnologías que avanzan a velocidades impresionantes, intentar solventar problemas de toda índole”.

Fuente: UPV/EHU

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.