Asimetrías. Apuntes para sobrevivir en la era de la incertidumbre
“Procura estarte quieto
hasta que la acción apropiada surja por sí misma”.
“El hombre de virtud superior carece de virtud”. (Tras la pérdida del Tao, aparece la virtud). Tao te King.
Hay libros que, sin saberlo, se esperaban desde largo tiempo, quizás porque los llevabas en ti, o porque responden a esas brechas de ausencia de identidad que te habitan y que son parte esencial de la realidad.
Hay libros que valen por una página, por un capítulo, por una palabra y un silencio.
“¿Dónde está el viejo brahmán que me enseñó los proverbios?”, escribe Rimbaud, en Iluminaciones, claro. “Algo en mí crea”, decía Mozart. Importa ese algo tan difuso cuyo síntoma es saberse, ser uno mismo al caer en la cuenta de que nos empeñamos en buscar algo que ya poseemos.
Asimetrías es quizás el libro más comprometido de su autor. Arrancando de un esquema filosófico propio, “la retroprogresión”, y enfrentándose con los temas más candentes de la actualidad, vamos viendo cómo se concilian nociones contrarias (coincidentia oppositorum, de N. de Cusa): el espíritu crítico con la lucidez mística, la infancia con la madurez, la seguridad con la aventura, el tiempo con la eternidad.
Con la confianza del socrático que es consciente de la sabiduría de la ignorancia (docta ingnorantia, Nube del no saber), Salvador Pániker propone un nuevo humanismo que nos sirva para sobrevivir a las incertidumbres e inseguridades que nos acechan en “la era de la complejidad y el hibridismo”.
En Asimetrías encontramos una cohesión admirable lograda por la claridad expositiva del autor quien va abordando un amplio abanico de temas: una nueva visión del misticismo, el valor de la democracia, la laicidad, la trascendencia, la meditación, la música, el derecho a una muerte digna. Todo ello planteado desde una vitalidad esencial que remite a su confianza en la “inverosímil creatividad del animal humano”.
Si el lector me lo permite, le sugiero que, después de la Introducción, pegue un salto a la tercera parte, Fragmentos de un dietario, páginas 329-375, que recoge textos de tono fragmentario/impresionista. La unidad del conjunto arranca de que todos los textos reflejan una misma visión del mundo, una misma problemática y un mismo “forcejeo para mantener el equilibrio”. Después, ya se podrá engolfar y vacar a su gusto.
J. C. Gª Fajardo