La comunicación, firmada por Faustino Siñeriz, vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del organismo, indicaba que “solo la presidente del Conicet, o la persona en quien ésta expresamente delegue tal facultad, puede expresar de modo válido la opinión institucional del Consejo”.
Con esto, explicaba el documento, se buscaba un principio de unidad de discurso en materia de comunicación institucional, “sin perjuicio del cual el Directorio del Conicet continúa preservando la pluralidad de las ideas de sus miembros, de modo que cualquiera de ellos pueda comunicar sus opiniones o los resultados de sus investigaciones, aclarando cuidadosamente que tales resultados u opiniones no representan necesariamente la opinión del organismo sobre el tema”.
La controversia se inició cuando el diario Clarín, uno de los principales matutinos del país, publicó párrafos de la circular (8 de diciembre) acusando al Conicet de impulsar “límites a la libre expresión de los investigadores”, lo que fue replicado por varios otros medios.
“Estoy bastante asombrado y desconcertado. Esperemos que haya sido un equívoco”, aseguró a Clarín el profesor de historia e investigador principal del Conicet Luis Alberto Romero, quien agregó a Radio 10: “Son textos que parecen de la Junta Militar, amenazando a todos».
Sin embargo, varios científicos consultados consideran que no habría tal censura. “En los últimos dos años he tenido muchísima exposición en la prensa y en ningún momento me pidieron ningún tipo de explicaciones. Cuando leí la circular de Conicet me pareció coherente, como política de prensa de cualquier institución”, dijo a SciDev.Net María Eugenia Farías, bióloga e investigadora independiente del Conicet.
Para Alberto Lettieri, historiador e investigador independiente de Conicet, la circular “en ningún momento restringe la capacidad de los investigadores de opinar a título personal, sino que lo único que plantea es que la opiniones institucionales del Conicet deben ser formuladas por la autoridad competente”.
En tanto, Oscar Oszlak, investigador superior del Conicet, opinó que incluso si un investigador habla acerca de la vida social, política o económica del país mencionando su filiación a Conicet, “de ninguna manera compromete a la institución” y no debiera vulnerar la circular.
Sin embargo, considera que la directriz tiene problemas prácticos de aplicación: “Ningún medio va a utilizar un párrafo para señalar que las opiniones que está emitiendo el autor son a título personal y no expresan necesariamente la opinión del Conicet”.
Conicet optó por no entrar en la polémica, mientras que investigadores de este organismo comenzaron a reunir firmas en rechazo a las acusaciones hechas a través de medios de comunicación.
Ana Belluscio
15 diciembre 2011
SciDev.Net