La gestión del gobernador del Chubut, Martín Buzzi, comenzó su mandato como tragedia; en la actualidad, prosigue como parodia. Más aún, la derrota estrepitosa que ha sufrido el gobierno provincial este 27 de octubre pasado , bajo el salvavidas de plomo del funcionario nacional y candidato,Norberto Yahuar, que contaba con fondos e inversiones prometidas desde Nación.
Tanto el Gobernador Buzzi, como el Vice-Gobernador Mac Carthy y elMinistro Nacional de Agricultura, Yahuar– por citar aquellos, actualmente más encumbrados dirigentes de gestión oficial: tanto nacional como provincial-, poseen el ADN típico del “movimiento”: el oportunismo. Es decir, sus comportamientos políticos e ideológicos son tan rectos, como “tronco e’ parra”.
Aquella nefasta noche electoral, para los oficialistas, cuando los resultados irreversibles daban cuenta de la derrota estrepitosa en Chubut del FPV , el candidato oficial (Yahuar), daba muestra de “pragmatismo” político afirmando que en una provincia con un volumen de conflictos como tuvo Chubut, es muy difícil hacer política. Añadió inmediatamente, fiel a la “lealtad moral” de la que alardean los referentes justicialistas, que el resultado comicial hay responsables y lecturas que deberá hacer el Gobernador de la Provincia que tiene dos años más de mandato.
Diría el mentor de estos dirigentes, Juan D. Perón, que el movimiento Justicialista es tan amplio, que abarca a todas las posturas políticas nacionales…que se adecuen a la conciliación de clases, se entiende. De ahí sus “verdades” y la sentencia del mismo general: ” Dentro de la ley (capitalista), todo; fuera de la ley, nada”.
El cronómetro político medía en tiempo récord los “pases de facturas” entre “peronistas” mejores y peores; los “parias” de ayer y, los “leales” que hace segundos trocaban vertiginosamente. En ninguno de ellos hubo definiciones políticas claras sobre la lectura expresadas en las urnas.
La drástica decisión del gobernador Chubutense, en desbancar a todo el gabinete, vino como anillo al dedo a mas de uno que deseaba despegarse del timorato y vapuleado gobierno. También hubo algunos -pocos en realidad-, que por defender a la gestión “Buzzista” hasta minutos antes de su propia destitución como funcionarios , quedaron virtualmente fuera de juego. Yahuar, declaró ante el cambio de la totalidad del gabinete, que toda su gente se iría con él, dando muestra clara sobre su cambio de rol ante el gobierno Provincial.
El Vice- Gobernador César Mac Carthy, golpeado también por los resultados electorales, intentó desde el principio bajar el tono y comenzar el despegue sobre Buzzi. En declaraciones a una FM local, Mac Carthy, con una frase de rigor dijo que hay que acompañar al Gobernador con los errores y aciertos que pueda tener, e inmediatamente agregó: me siento corrido de escena para poder aportar mi granito de arena de no haber sido consultado sobre las medidas que Buzzi puso en práctica.
El gélido diálogo que sufrieron en todos estos años los intendentes de fuerte afiliación “Dasnevistas”, por parte de Buzzi y aliados del FPV, se había tornado en una incontenible olla en ebullición social sobre estos municipios.
Comodoro Rivadavia, es un caso emblemático por ser administrado porNestor Di Pierro, un aliado del FPV, quién sufrió en pleno los conflictos sindicales mas agudos desde que asumió la administración municipal. Lejos de poseer cintura política para estos tipos de conflictos, Di Pierro, con “apoyo” del Gobierno central de la Provincia, enardecía mas a los manifestantes ante las faltas de respuestas a sus justos reclamos: Petroleros, docentes, personal de salud, médicos y vecinos, fueron algunos de los miles que salieron a las rutas en forma escalonada y continua, como última medida para pedir soluciones a sus demandas. Sumados a todo estas manifestaciones, comenzó a emerger la corrupción local de tráfico de drogas en complicidad con agentes policiales.
La “inseguridad” contra los sectores más vulnerables de la sociedad, pareciera ser provocada por estos tipos de alianzas en negocios de tratas, comercio ilegal, dudosas empresas cercanas al poder y, agentes policiales de rango importante.
El gobierno Provincial posee una escuálida disponibilidad monetaria, para hacer frente a un desarrollo de la región.
A su vez, la alianza política con el Gobierno Nacional, logró aplazar todo reclamo de regalías adeudadas por parte de Nación, en la que podría menguar y dar mediana respuesta a las distintas necesidades sociales.
Al gobierno de Martín Buzzi, se lo nota en profunda debilidad política. No tiene a los aliados Dasnevistas, quienes lo habían ungido en el máximo cargo de la provincia, y, del que luego, el mismo gobernador prefirió el calor del gobierno nacional, pasándose a sus filas Kirchnerista.
Inmediatamente después de la última derrota electoral, se desprendió de los referentes del FPV, sin tener estructura política propia, para sostener cualquier avance que desee. Para ello, deberá negociar arduamente cada paso, en cada lugar y en cada conflicto que apareciese, con su actual debilidad.
Según “Opi Chubut”, Martín Buzzi pretendió impulsar un Decreto de Necesidad y Urgencia, para imponer de facto lo que no tiene ningún tipo de consenso social y ahora, tampoco, legislativo: la minería a cielo abierto.
Producto de los últimos datos electorales que ha dejado al gobierno provincial en terapia, la agencia mencionada agrega que, “(…)ha sido el propio gobierno nacional el que ordenó “esperar nuevos aires” para seguir con el proyecto adelante, convencido de que en algunos meses logrará revertir la opinión desfavorable que existe en Chubut contra la explotación minera a cielo abierto. Nadie cree que ello sea posible y por el contrario, aún los chubutenses como Norberto Yahuar, creen que se debe tomar debida distancia de este antipático proyecto, porque el costo político será muy grande, para aquellos que se queden en su provincia haciendo política, más aún cuando se advierte la declinación imparable del Kirchnerismo a nivel nacional”.
Por cierto, una situación incierta…