El gobierno de Argentina ha puesto en marcha una estrategia en investigación y desarrollo (I+D) que podría tener como resultado un aumento de la inversión en I+D del 0,65 al 1,65 por ciento del PIB (producto interno bruto) hacia 2020.
El documento, ‘Argentina Innovadora 2020’, fue presentado por la presidenta, Cristina Fernández y el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, a principios de marzo (12 de marzo).
Incluye planes y proyecciones para I+D en seis sectores estratégicos: energía, industria, salud, agroindustria, desarrollo social y ambiente y desarrollo sustentable.
Para incrementar la inversión en I+D al 1,65 por ciento del PIB, la inversión del sector privado tendrá que ser impulsado desde 26 a 50 por ciento, de acuerdo con el plan.
Para facilitar esto, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva ha creado varios instrumentos de financiación para proyectos público-privados. Uno de ellos es el Fondo Argentino Sectorial, cuyo objetivo es financiar proyectos destinados a utilizar el conocimiento para el beneficio social y económico.
Otras proyecciones indican que podría ser posible, hacia 2020, aumentar el número de investigadores en el país, de casi tres a cinco por cada 1.000 adultos económicamente activos.
Ruth Ladenheim, secretaria de planificación y políticas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, cuenta a SciDev.Net que el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) “creará 720 nuevos cargos para investigadores en ciencia y tecnología, y se otorgarán 3.900 nuevas becas para estudiantes de postgrado e investigadores posdoctorales”.
El plan previo de mediano plazo en materia de ciencia, tecnología e innovación finalizó en 2010. Ese mismo año el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva comenzó a trabajar en el nuevo plan, incluyendo la realización de mesas de trabajo con 300 investigadores en 2011.
Carlos Abeledo, director de estudios de postgrado en política científica en la Universidad de Buenos Aires y ex presidente del CONICET, dice: «El nuevo plan avanza sobre el anterior no solo en decir qué cosas podrían realizarse, sino también señalando cómo pueden lograrse”.
Agrega que es interesante que el nuevo plan promueve la descentralización de la inversión pública y privada, que tradicionalmente ha ido a las ciudades más grandes. «Sin embargo, es un gran desafío porque implica la creación de condiciones favorables para el desarrollo de recursos humanos e infraestructura en regiones distantes», añade.
Karen Hallberg, profesora en el Instituto Balseiro e investigadora del CONICET en el Centro Atómico Bariloche en la Patagonia, señala que la comunidad científica en general apoya el plan.
«Este plan mejora las políticas implementadas hasta el momento previendo un aumento de los recursos humanos y del presupuesto en ciencia y tecnología», dice.
Sin embargo, Hallberg destaca que es necesaria una mejor articulación entre los sectores científicos y tecnológicos, el gobierno y la industria para así garantizar un mayor impacto y un progreso armónico en las regiones menos desarrolladas.
Enlace al sitio web del plan
Vea un video sobre el plan:
Laura García
SciDev.Net