Sociopolítica

Asombroso… terriblemente asombroso

 

            Por mucho que me esfuerzo en ver y analizar, yo no veo nada más que una involución y la que cada vez se acentúa más: “Nunca la Humanidad dispuso de tantos medios para que no hubiese problemas en el mundo y sin embargo cada vez hay más”.

            ¿En qué ha cambiado el ser humano? ¿En que hoy vive mucho más? ¿Y para qué vive… para consumir mucho más y de tantas cosas como no necesita para nada, salvo para embrutecerse o incluso destruirse? ¿De qué le sirven todos los medios que ha inventado si y por ejemplo cada vez vive más aislado y en soledad? ¿Las embriagadoras masas o multitudes en que se reúnen (“o perversamente los reúnen”) les sirven para encontrar su lugar en este planeta? ¿Cuántas preguntas más y similares a esta podríamos añadir? Atrévase a irlas añadiendo y luego analizándolas una a una.

            Verá con incluso desesperación que nos han llevado (o hemos ido voluntariamente) y como vengo diciendo hace ya bastantes años… “nos están llevando muy deprisa hacia ninguna parte” y yo creo que ya estamos en esa estación Terminal, o nos quedan pocos apeaderos, donde el monstruoso “convoy humano” se va a detener, puesto que “el carburante que necesita” ni se lo han facilitado, ni se lo facilitan, ni se lo van a facilitar, “estos maquinistas locos”, que se apropiaron de un modernísimo tren pero el que no han sabido conducir, ni tampoco aprendieron a controlarlo.

            Me vienen estas reflexiones tras responder a un lector, que me inspira ello, desde nada menos que la lejana Argentina (si bien muy cercana a través del idioma y esas técnicas modernas antes referidas las que bien empleadas nos darían tanto bien)… y curiosamente la respuesta es sobre el petróleo y el monopolio del mismo, como ese “oro negro en que fuera denominado”, pero que hoy, es o significa, el poder del mundo para quienes lo poseen.

            Y es precisamente ese poder y los incalculables intereses que encierra, el que hará todo lo posible y lo imposible, para seguir explotando ese monopolio, que en realidad lo es, por cuanto unidos por esos intereses, los pocos que lo explotan, se enriquecen sin escrúpulo alguno y nos venden el producto al máximo precio que pueden o imponen, puesto que para subir el precio, no tienen más que “cortar el grifo o reducirlo” y de inmediato, los precios suben una enormidad.

            LA FUERZA QUE DA LA POSESIÁN DEL PETRÁLEO: De inmediato a que fue inventado el motor de explosión y se empleó como carburante, estaba asegurado que el que poseyese petróleo sería inmensamente rico; luego ello aumentó lo indecible por los derivados del mismo, hoy insustituibles.

           La mayor prueba la tienen en Arabia Saudita (también en otros, si bien a gran distancia); que nunca han producido nada destacable en los avances mundiales; salvo el que con sus inmensas riquezas, está difundiendo “su Islam” por todo el mundo… y sin embargo son los más ricos del mundo; e incluso es la técnica occidental (y compañías explotadoras) las que les extraen y les pagan ese oro negro… de ahí, que las técnicas de energías solares, eólicas, de mareas, incluso el motor de agua, hidrógeno, etc. no prosperen… NO LES INTERESA Y MIENTRAS EXISTA PETRÁLEO NOS OBLIGARÁN A CONSUMIRLO.

Les importa un rábano la polución y todo lo demás.

INVOLUCIÁN: Es cierto y terrible, analicen esta frase: «NUNCA LA HUMANIDAD DISPUSO DE TANTOS MEDIOS PARA QUE NO HUBIESE PROBLEMAS EN EL MUNDO Y SIN EMBARGO CADA VEZ HAY MÁS».
                Hoy y en lo material, no es problema nada o casi nada… pero la avaricia del ser humano lo destruye todo… ¿en qué ha cambiado el hombre de hoy al de hace dos milenios? EN NADA, SALVO EN LA TÁ‰CNICA QUE HOY DOMINA.

 

Técnica que tampoco sirve para nada que de verdad, regenere, eduque y forme al ser humano para que en conjunto, viva mucho más feliz y conforme con la vida, en que hoy lo tiene que hacer, precisamente por la presión y el expolio de unos pocos miles de individuos, que controlan todo y sólo en beneficio propio y… “de sus familias”

 

            Y ni me hablen de religión, que es un pretexto para justificar lo injustificable; la religión y en muchos casos, sigue siendo… “un negocio más… y bastante grande” y a la vista está que nada influye en el cambio necesario que necesita el ser humano, para transformarse en mucho mejor.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí más)

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.