Sociopolítica

Aznarcisista

Esta mañana, ojeando el libro del psiquiatra Enrique Rojas, titulado: ¿Quién eres? Leo lo siguiente:

La personalidad narcisista.

El patrón de conducta se vertebra sobre la impresión de grandeza suprema de su persona y la necesidad de reconocimiento. Hay en él presunción, engreimiento, soberbia descomunal y fatua, jactancia y petulancia (…)

De inmediato surge en mi mente la imagen del ex-­­Presidente del Gobierno, José María Aznar:

«A mí no me gusta que me digan que no puede ir usted a tanta velocidad, no puede comer hamburguesas de tanto, debe usted evitar esto y además le prohíbo beber vino.» (4 de mayo de 2007, en Valladolid, discurso al recibir la medalla de honor de la Academia del Vino de Castilla y León).

«Me encanta inspirarme en el silencio, como Leonardo da Vinci. Leonardo amaba el silencio, y los resultados de su silencio fueron maravillosos».

Mi imaginación me sigue mostrando un José María Aznar que explica chistes cuando no toca hacerlo, o que provoca la carcajada al pronunciar un discurso en EE.UU. intentando imitar el acento mejicano.

La personalidad narcisista presenta comportamientos o aptitudes arrogantes o soberbios. Exige una admiración excesiva.

«El otro día, en Canadá, durante la cumbre del G-8, estaba con el presidente Busch cuando éste puso los pies encima de la mesa y me preguntó: ‘¿Sigues haciendo deporte?’. Yo le dije que sí y él comentó: ‘Hago 4 kilómetros en 6m. 24s.’. Yo puse los pies encima de la mesa y le respondí: «Yo hago 10 kilómetros en 5m 20s. Es la primera vez que superamos a EE.UU. en algo». (4-07-02 Círculo de Bellas Artes, durante la presentación del libro de Bernardino Lombao).

Sus afirmaciones de superioridad pueden llegar a ser de escándalo y producen una mezcla de sorpresa y rechazo en los que observan sus aptitudes.

«Yo soy el milagro.» (Entrevista The Wall Street Journal, 20.5.1997)

«Yo sólo confío en mí mismo.» (Financial Times, 19.09.2001)

«Yo sé como salir de la crisis»… (José Mª Aznar a ABC 24-04-09)

La idealización propia del narcisista pone de relieve su falta de autoconocimiento, razón por la cual niega sistemáticamente cualquier defecto o fallo personal (…) Si además logran el éxito en la vida profesional y personal, el tema se hipertrofia y alcanza entonces proporciones desorbitadas.

«No me arrepiento en absoluto, porque fue el momento histórico más importante que ha tenido España en 200 años». (Contestación del ex presidente del Gobierno a la pregunta; ¿Cuántas veces se ha arrepentido de la famosa foto de las Azores?) Fuente: El Mundo

«El régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva. Puede estar usted seguro, y pueden estar seguras todas las personas que nos ven, que les estoy diciendo la verdad. El régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva, tiene vínculos con grupos terroristas y ha demostrado a lo largo de su historia que es una amenaza para todos.» (Entrevista con Ernesto Sanz De Buruaga televisada por Antena 3 el 13 de febrero de 2003).

«El Gobierno tiene información reservada que demuestra que Irak, con armas químicas y biológicas y conexiones con grupos terroristas, supone una amenaza para la paz y la seguridad mundial. Tenemos evidencias suficientes en ese sentido.» (Entrevista del 2 de febrero de 2003. Diario El Mundo citando a Europa Press).

La personalidad narcisista posee un grandioso sentido de «autoimportancia» (por ejemplo, exagera sus capacidades, espera ser reconocido como superior sin unos logros proporcionados)

«La guerra de Irak es, fue, bueno es, la lucha por la libertad de todos los pueblos del mundo y también de los árabes». (Madrid, Antena 3, 21.4.2005)

«Mucha gente en España y en Europa cree que los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid están relacionados con el apoyo del Gobierno español a la guerra en Irak pero el problema con Al Qaeda en España no empezó con la crisis iraquí (…) viene del siglo VIII. España y (el Norte de África cristianos inclusive), recién invadidos por los moros, rechazaron convertirse en una pieza más del mundo islámico.» (El Mundo, agencia EFE 22 de septiembre de 2004, crónica de su primer discurso como profesor en la universidad de Georgetown de Washington).

La mayoría de los narcisistas tienen la costumbre de culpar a los demás de sus fracasos y problemas. Hay que hacerles ver que eso no es así. Por ejemplo, alguien que ha suspendido unas oposiciones puede imputar el resultado al tribunal que le ha juzgado sin valorar correctamente si la razón obedece a haber estudiado poco o no haber sabido planificarse.

«No sé por qué, ni el PP ni el PSOE quieren «saber nada» sobre los atentados de Atocha». (Entrevista Jiménez Losantos a Aznar 2-07-09)

«Yo tengo un interés histórico en el asunto, pero no tengo especiales prisas».

«Es más interesante para España hacer un análisis tranquilo de que sucedió en el 11-M, que no revolver las tumbas de la Guerra Civil» (Entrevista Jiménez Losantos a Aznar 2-07-09)

Con el paso del tiempo, sólo quedan a su lado quienes se someten a ellos y se vuelven aduladores. En ocasiones saben rodearse de personas que actúan como si formaran un coro encargado de alabarlos sistemáticamente. El narcisista, acostumbrado a devaluar a los demás; su yo hipertrofiado, así como su falta de generosidad, hacen que quienes están cerca reaccione a medio plazo con desprecio.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.