Sociopolítica

Bajo el umbral.

Increíble pero cierto. Mientras un gran sector del mundo nos ufanamos por nuestra vida «civilizada» y gozamos de sus privilegios tecnológicos, otro gran sector, vive bajo el umbral de la pobreza,ecuación que vivimos a diario en distintos lugares de nuestro planeta, pero que no asumimos como real: los de la clase «acomodada»,  de ilimitada prosperidad económica,  mientras los «otros»  subsisten bajo el umbral.  Uno de los aspectos más importantes de estar bajo el umbral, a nivel mundial, es la deficiente cobertura de necesidades básicas, pues no hay acceso  universal a las necesidades de alimentación, abastecimiento de agua, saneamiento, y  sistemas de energía.

En este caso, específicamente, India rural, nos enfoca y alerta: «Unete al planeta / Join the Planet» quien nos permite reflexionar, y compartir, sobre lo positivo que sería mejorar en algún aspecto la Calidad de vida de quienes más lo necesiten, y propone, un buen acceso a la energía mediante sistemas fotovoltaicos domésticos, basado en la positiva experiencia del programa PNUMA:

“La luz solar es un sueño largamente perseguido por la gente del campo que, a menudo, o no tiene acceso a la electricidad o, si lo tienen, el servicio es cuanto menos irregular. La luz solar es un producto que puede satisfacer las aspiraciones de las personas que viven por debajo del umbral de pobreza y es una buena oportunidad de negocio para el Banco.”  (PG Ramesh – Presidente del Pragathi Grameen Bank de Bellary, Karnataka, India)

El problema: Más del 60% de los hogares de la India carecen de acceso a un suministro eléctrico de calidad y dependen de las lámparas de queroseno para alumbrarse y de la quema de estiércol y de madera como fuente de calor. La energía solar es una alternativa clara en un país soleado como la India, pero los altos costos iniciales hacen que esta tecnología esté fuera del alcance de la mayoría de los hogares, puesto que la falta de acceso al crédito ha hecho de la tecnología hasta ahora algo exclusivo de los más ricos. Millones de pobres de zonas urbanas y rurales han sido condenados a vivir enfrentados al riesgo de enfermedades respiratorias por la quema de combustibles sólidos. Además, la falta de acceso al suministro eléctrico supone un gran obstáculo para el desarrollo económico y social.

La solución: En el año 2003, a través del Programa de Préstamos Solares en la India, el PNUMA trabajó con dos de los grupos bancarios más grandes de la India en dos estados del sur, para introducir un mercado de préstamos destinados a sistemas fotovoltaicos domésticos. El programa prestó apoyo técnico y capacitación, así como una bonificación de intereses que permitió a los bancos rebajar los costos de los préstamos. Aunque que los bancos no se beneficiaron directamente de estas subvenciones, el proyecto los ayudó a convertirse en pioneros en un nuevo mercado de financiación rural, que resultó en la financiación de cerca de 20,000 sistemas solares domésticos entre 2004 y 2007. Los subsidios se fueron eliminando gradualmente para estar en las mismas condiciones de otros bancos que fueron entrando en el mercado de préstamos en condiciones comerciales. El crédito al consumidor puso de manifiesto una demanda latente, con más del 50% de las ventas de las zonas rurales de los dos estados a finales de 2007 financiadas con créditos, acelerando la penetración de mercado de las luces solares en el sur de la India e inspirando a varias iniciativas similares en otras partes de la India y otros países. En 2008, el programa fue galardonado con el premio Energy Globe.

Resultado: La iniciativa del PNUMA y su Centro RisÁ¸, en colaboración con el Banco Canara y el Syndicate Bank y sus afiliados rurales Grameen, demuestra la posibilidad de establecer mercados para servicios asequibles basados en energías no contaminantes entre las poblaciones pobres de las áreas rurales. Sacando partido de las fuerzas del libre mercado, el programa se ha convertido en un modelo para programas similares en otras partes del mundo en desarrollo.

En perspectiva: Este fue el primer programa del PNUMA que demostró que los obstáculos para involucrar a los bancos en las energías limpias están más relacionados con barreras suaves de desarrollo de mercado y percepciones que a justificaciones de orden económico. En muchos países en desarrollo, los bancos tienen capital suficiente para empezar a realizar préstamos, pero la falta de familiaridad con la tecnología de las energías renovables, así como la calidad irregular de los productos y servicios ofrecidos por diferentes proveedores, obstaculizan la concesión de este tipo de préstamos. En contextos como éste, los agentes de desarrollo deben apartarse de las formas de crédito tradicionales para centrarse más bien en programas de incentivos más sutiles que ayuden a los bancos a establecer sus primeras carteras de préstamos, al tiempo que van adquiriendo experiencia en el sector de energía limpia. No hay que perder de vista que este enfoque también es rentable: los 900,000 dólares de subvenciones de intereses que el PNUMA puso en el programa de la India generaron 6.7 millones de dólares en financiamiento comercial de sistemas solares domésticos.

¿Son los programas de este tipo suficiente para cambiar la imagen que el sector finanzas tiene de las energías limpias? La experiencia del PNUMA indica que una vez que las carteras de préstamos sobrepasan las 10,000 unidades, los bancos empiezan a ver el sector como un mercado de crédito comercial viable y es probable que intenten seguir explotándolo. Superar ese umbral de 10,000 podría ayudar a acelerar el consumo de energía renovable en muchos países.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.