Y los hallazgos se resumen así: “Encontró que el 47 por ciento del contenido de la investigación está disponible en Internet y que su origen no fue especificado ni citado por Baldizón. En total se encontraron 41 extractos de al menos un párrafo de extensión que aparecen en sitios diversos: desde obras de investigadores nacionales y extranjeros publicados en bibliotecas virtuales universitarias y en sitios públicos como monografías.com, hasta páginas de instituciones públicas de diferentes países. Las coincidencias afectan a 47 de las 95 páginas de las que consta la tesis, sin contar la bibliografía” (Revista Contrapoder Edición 49).
Cuando se investiga para un artículo, se consultan varias fuentes; pero en la academia cuando se habla de una tesis de doctorado se destaca el aporte al conocimiento.
Un “doctor en derecho” –así, con minúsculas-, un político guatemalteco, obtuvo un doctorado y varios estudios determinaron que hubo plagio en varias partes de la tesis, al someterlo a consideración de las autoridades de la Tricentenaria Universidad de San Carlos en su dictamen dicen: “… que la tesis doctoral de Baldizón cumple con los requisitos administrativos y legales ”.
Es decir, para las autoridades de esta universidad, ahora las tesis doctorales requieren requisitos administrativos y legales. La revisión de tesis consiste en determinar si se presentó el expediente en un tiempo estipulado y el alma del doctorado, la tesis, no se revisa. Con una tesis plagada de textos tomados como propios, sin la cita respectiva, no hubo aporte nuevo y la tesis no es de doctor, es” doctorcito en derecho”.
Manuel Baldizón. Foto: eleccionesguatemaladosmilquince
Y el rector de esta universidad Estuardo Gálvez, va mas allá, le resta la categoría, aún mas, pues “aseguró que Baldizón cumplió con los requisitos administrativos para obtener su doctorado”.
Mientras que la Dirección general de Docencia – a cargo de Juan Alberto Martínez Figueroa – hablaba de requisitos administrativos y legales, el Rector Gálvez, lo deja en simples requisitos administrativos.
La tesis del político guatemalteco, candidato a Presidente de la República, Manuel Baldizón lleva por título “La aprobación legislativa de los tratados de libre comercio y la consulta popular: el caso del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América”, fue revisada por la Revista Contrapoder y los hallazgos se resumen así: “Encontró que el 47 por ciento del contenido de la investigación está disponible en Internet y que su origen no fue especificado ni citado por Baldizón. En total se encontraron 41 extractos de al menos un párrafo de extensión que aparecen en sitios diversos: desde obras de investigadores nacionales y extranjeros publicados en bibliotecas virtuales universitarias y en sitios públicos como monografías.com, hasta páginas de instituciones públicas de diferentes países. Las coincidencias afectan a 47 de las 95 páginas de las que consta la tesis, sin contar la bibliografía” (Revista Contrapoder Edición 49).
El aspecto más importante de esta revisión de Tesis, con informes de Dirección General de Docencia, Director del Sistema de Estudios de Posgrado y Escuela de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ciencias Jurídicas, todos hicieron un revisión de procedimientos administrativos y legales, y ninguno hizo una revisión del fondo del asunto: El plagio.
Cabe una reflexión, a nivel mundial los doctorados son claves para la evaluación y establecer un ranking universitario, considerando que a este nivel se producen nuevos conocimientos y el número de graduados a ese nivel y sus tesis mejoran la posición internacional de la Universidad.
Probablemente el “doctor” ya duerme tranquilo soñando con sus aportes a la academia mundial con su tesis, pero dado la dudosa revisión de plagio de la tesis, la Universidad de San Carlos – con trescientos años de historia- ha perdido prestigio académico y profesional. Con esta decisión de sus autoridades, este desmerecimiento, afecta a todos sus graduados de pregrado y posgrado, y a sus miles de estudiantes actuales, por lo que sí cabe ser señalados de agraviados.
Y es determinante establecer el grado de daño, irreparable para el futuro de la investigación en Guatemala, la credibilidad que tengan ahora sus recomendaciones técnico profesionales, pues, para cerrar con broche de oro, esta Universidad constitucionalmente recibe un 5 % del presupuesto Nacional y le corresponde según la Constitución guatemalteca, artículo 82: “…En su carácter de única universidad estatal le corresponde con exclusividad dirigir, organizar y desarrollar la educación superior del Estado y la educación profesional universitaria estatal, así como la difusión de la cultura en todas sus manifestaciones. Promoverá por todos los medios a su alcance la investigación en todas las esferas del saber humano y cooperará al estudio y solución de los problemas nacionales”. –El subrayado es del autor.
Total, el dictamen aprobado por las autoridades de la Universidad de San Carlos de Guatemala reiterando el reconocimiento de un una tesis de doctorado que tiene graves carencias y deja muchas dudas sobre su aporte y originalidad, es contrario al mandato que la Constitución manda en el artículo citado.
Pero puede haber otra respuesta a esto: Un articulista de El Periódico, Eduardo Velásquez cuestiona la validez y procedimiento de la obtención del grado de doctor al actual rector de la Universidad de San Carlos, Estuardo Gálvez, “¿No hay motivos suficientes para investigar cómo se graduó de doctor el actual Rector y qué acciones tomará el Consejo Superior Universitario en este caso más grave aún? ¿Qué dirá la prensa?” (El periódico, 11 marzo 2014)
Podría en el futuro hacerse una investigación y probablemente muchos doctores y doctoras no sean más que “doctorcitas y doctorcitos”, y a partir de esa duda sembrada se mide el agravio a todos los graduados y estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Y lógico, esto tiene consecuencias legales.
