Que voy a decir que a estas alturas todo el mundo no sepa ya sobre el mal rollo que tenemos los españoles, estamos jodidos, cabreados, descontentos malhumorados, enrabietados y sacando las uñas en actitud agresiva. Pero todo esto se va a acabar, el buen rollito va a volver y todo será buena armonía. Se acabó el malestar, las preocupaciones y las incertidumbres.
Ha tenido que ser, como no, la ministra de Desempleo, Fátima Báñez, un buen paradigma, junto con su compañero Wert, de que en España cualquiera puede ser ministro, lo de ser presidente del Gobierno es más fácil todavía, ha tenido que ser la ministra la que con otra de sus ocurrencias va a posibilitar el que entre el vecindario se produzca ese fenómeno solidario de que se preocupen unos de otros.
La ministra ha propuesto crear un Buzón de Denuncias, algunas mentes enfermizas han tachado esta iniciativa como un banderín de enganche para chivatos y delatores propio de una país totalitario, para que si cualquier vecino se entera de que otro está cobrando el paro y está trabajando, o que otro está cobrando la baja por enfermedad y continúa trabajando, o que otro perciba un subsidio por cualquier problema físico o psíquico que dice padecer pero que no es cierto, en fin todo aquello que suponga un fraude laboral, lo denuncie de inmediato. Evidentemente esto va a posibilitar el que los vecinos se preocupen unos de otros, que “espíen” al vecino de al lado o al de enfrente por si está defraudando a la Seguridad Social y que ello cree en ambiente enrarecido, de crispación, de desconfianza, de malestar, de recelo y de odio, lo cual sin duda alguna, propiciará el que los vecinos se olviden de recortes, bajada de salarios y pensiones, desempleo, copagos, aumento de las tasas universitarias y reducción de becas y de todo aquello que a diario le está tocando las narices, y solo le quedará una preocupación: ¿Quién habrá sido el chivato cabrón que le ha denunciado?
La cosa es que siempre va con los mismos, con los de abajo, con los que siempre “cascan”, el buzón de la Bañez no es para denunciar a aquellos que no pagan la Seguridad Social y tienen barco, coche de gama alta y una buena residencia, no, para esos no es, esos cuando les parece cierran el chiringuito, luego lo abren por otro lado y le cargan el muerto de los despidos al Fogasa cuando llevan años sin cotizar a la Seguridad Social y no digamos a Hacienda. Esto de la Bañez no nos demuestra otra cosa que la total y absoluta pérdida de rumbo de este Gobierno que no combate el fraude laboral ni tampoco el fiscal, cuando todos sabemos que lo que hay que hacer es aumentar el número de inspectores que en absoluto vendrían a suponer una carga para las arcas públicas sino todo lo contrario: supondrían una aportación importantísima al erario pública que buena falta le hace. Pero claro, eso sería hacer bien las cosas y este Gobierno y principalmente su presidente, no sabe.
Son muchas las “cantadas” de la Báñez, se podrían editar varios CDs. Ha hecho ya méritos más que sobrados para que la cesen pero Rajoy no lo hará porque se expone a que esta le pueda echar en cara que porqué ella se tiene que marchar y él no cuando es tan negado como ella. ¡Qué tropa, Señor! En fin. Ahora toca ¡Gibraltar español! Que esta es otra, la derecha siempre utiliza Gibraltar como maniobra de distracción.