Sociopolítica

Bono, el bueno

   No es que sea bueno, un hombre bueno. Es que es, yo diría que un hombre casi, casi santo. Que roza la santidad, vamos.  ¿No lo vieron ustedes saludando al jefe de Estado del Vaticano, cuando vino a España, que un poco más y le da un ataque de lumbalgia al hombre? Pues eso, una persona de lo más austera, de lo más comedida en sus manifestaciones verbales, sin un tono más alto que el otro. Una persona, en definitiva, cuyos sabios consejos de seguro que reconfortan a los espíritus más rebeldes; un ejemplo a seguir, vaya. Aunque lo del cuadrito suyo para ser colgado en las paredes del Congreso de los Diputados, por esa cifra y con los tiempos que corren, no casa demasiado bien con la apariencia del retratado. Si yo lo llego a saber antes -soy un artista multidisciplinar- me hubiera ofrecido para pintarlo por tan solo mil eurillos de nada. Pero en fin, se conoce que para retratos de categoría hay pelas de sobra en este pobrecito país, al que todas se la pegan en el mismo sitio.

    Decía, que este señor de rostro bonachón y ademanes correctísimos, amante del refranero español, y como apuntaba antes, de verbo fácil y gustándose siempre en sus respuestas a los demás, ha sucumbido al final a la prepotencia sibilina por atreverse a opinar en términos de no socialista sobre una muy concreta situación que se está viviendo actualmente en Andalucía, como es la de formalizar un pacto de gobernabilidad. Al respecto, se ha dejado caer en la radio de los curas con lo siguiente: “Entre aliarme con ese alcalde Gordillo que está defendiendo las tesis estalinistas y Arenas, yo no tendría dudas. Aceptaría el planteamiento de Arenas antes que un planteamiento que a lo que conduce es al odio social, al enfrentamiento y a la lucha de clases”. Y como era de esperar, las reacciones tanto en el seno del PSOE-A como en IU han sido de un enojo claro por venir, precisamente, de un “socialista”, ya entre comillas.

   El portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez, ha dicho que “todo el mundo conoce a este compañero en el partido y su cercanía en la ideología con la derecha de este país”. Más claro que el agua de un arroyo y contundente se ha manifestado el parlamentario de IU y alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, diciendo de Bono que sus declaraciones son “propias de Franco” y acusándolo de ser “un meapilas” y un defensor del “nacional catolicismo”… Hombre, a mi humilde parecer, aconsejar al pesoe andaluz que lo que debe hacer es pactar con Arenas en vez de con IU, con los argumentos ya expuestos de “odio social”, “enfrentamiento” y “lucha de clases”, no es sino un acto de metedura de patas en un charco del que, por lo leído, no ve su superficie y lo que es peor, ignora su profundidad. Así que, yo le recomendaría al bueno de Bono que se adentre en su propia vida y que se confiese (algún pecadillo debe tener) porque de santos y santurrones estamos bien surtidos, y sabemos distinguirlos bien, en esta hermosa tierra nuestra que se llama Andalucía… Por cierto, ¿la conoce usted, Bono, el bueno?

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.