EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
George W. Bush, en sus días de despedida nos va sorprendiendo a todos con sus confesiones y nos está demostrando cuan equivocados estábamos todos con respecto a él y que injustos hemos sido con una persona que no ha hecho más que volcarse hacia los demás.
Bush, nos acaba de decir que él entró como presidente USA cuando había recesión y que ahora deja la presidencia cuando hay recesión. Es decir: Bush, no ha roto un solo plato en esos ocho años en que ha estado al frente de los destinos del mundo. Á‰l se ha limitado, a la hora de marcharse, a dejar las cosas como estaban. Bush, nos ha demostrado ser un niño educado y con principios.
Habrá quien le reprochará lo de Iraq, pero lo de Iraq no es más que la consecuencia de un juego de niños traviesos que por desgracia ha dejado malas consecuencias. Le dijeron que no removiera el avispero de Iraq, y como cualquier tierno infante, no pudo resistir la tentación y la natural curiosidad de un niño, de ver que es lo que podía ocurrir si molestaba a las avispas. Cosas de los niños. Ya sabemos como son. ¿Quién de nosotros no ha cometido alguna “pequeña” travesura en su niñez? Esta de Iraq es una de ellas.
Pero Bush, nos ha dejado instituciones penitenciarias modélicas como puede ser Guantánamo y la cárcel de Abu Ghraib, donde se han ·”modernizado” los métodos para vejar y torturar a los presos en ellas internados. En Guantánamo se emplea la música más moderna para mantener a los presos en vela las veinticuatro horas del día, cosa que es de agradecer si tenemos en cuenta aquello de que “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”. En Abu Ghraib, se han mejorado las relaciones entre perros y reclusos. Hemos podido ver como los perros mostraban sus blanquísimos dientes “ofreciendo” a los prisioneros la “mejor de sus sonrisas”. Eso sin contar que Abu Ghraib ha sido la primera cárcel que ha fomentado el nudismo en un centro penitenciario y donde se ha establecido una estrecha relación entre las personas allí recluidas al amontonarlas, una encima de otra, estando estas en “pelota viva”. El contacto corporal es importante y además ya lo dice el dicho: “Hace más el roce que el parentesco”. No se pretendía otra cosa que fomentar el aprecio y el amor filial entre los internados.
No, no es un mal balance el de Bush a la hora de dejar la presidencia USA. Ahora, como muestra de la prudencia que le ha caracterizado en estos últimos ocho años, ha anunciado que desaparecerá de la vida pública. Le echaremos de menos. ¡Que gran estadista –según Aznar- ha perdido el mundo! En fin, intentaremos seguir viviendo sin él. Pero va a ser difícil, justo es decirlo.