Apostar por las becas de estudio
Con la crisis, muchas familias se plantean si pueden hacer frente a los gastos de los jóvenes de la casa que cursan estudios superiores. Además del coste de la matrícula y del material se une el hecho de que muchos tienen que abandonar el hogar familiar para seguir formándose, lo que provoca un gasto doble en el hogar.
Muchos estudiantes viven con las becas que otorga el Ministerio de Educación. Estas ayudas suponen un respiro para ellos y para sus familias que ven como sus hijos pueden alcanzar sus sueños y a la vez sentirse más desahogados en el tema económico.
El actual sistema de becas tiene como base un máximo de renta, si éste no se supera al alumno se le concederá una beca de estudios. Luego para poder obtenerla el curso siguiente el alumno tendrá que aprobar el 80% de los créditos matriculados el curso anterior, en la mayoría de las carreras, y el 60% en titulaciones como las ingenierías. Además la ayuda no cubre el importe de la matrícula en asignaturas en las que sea la tercera vez que el alumno se matricule. Por último los becarios que aprueben todas las asignaturas tendrán 150 euros más como premio.
Sin embargo, al Ministro de Educación, José Ignacio Wert, este sistema no le convence y pretende cambiarlo. Cree que el alumno se acomoda, que “las becas se han convertido en una asignación no competitiva, es decir, que a partir de un determinado nivel económico se tiene el derecho a una”. Por este motivo quiere endurecer los requisitos para tener derecho a beca y fomentar así la excelencia del sistema educativo. “Al alumno le da exactamente igual sacar un sobresaliente que un cinco” se quejó. El Ministro quiere que tenga más peso las calificaciones obtenidas durante el curso que el umbral de renta permitido, eso sí, ha dicho que ese umbral no se modificará ni tampoco la cantidad que el Ministerio dedica a estas ayudas. Sin embargo las nuevas medidas de Wert podrían significar un paso atrás en el sistema ya que muchos alumnos estudian y trabajan lo que podría suponer un descenso en sus calificaciones y por consiguiente la denegación de la beca y su posible abandono del estudio.
Muchos opinan que debe haber becas tanto para acceder a estudios superiores como para premiar las buenas notas. “Aquellas becas que dan un mayor peso al criterio de renta familiar están destinadas a mejorar la equidad en el acceso y permanencia dentro de la universidad. Aun así, estas exigen un rendimiento académico. Evidentemente, aquellas becas dedicadas a la excelencia sí deben primar un criterio competitivo basado en los resultados académicos”, explica Francisco Michavila, director de la Cátedra Unesco de Política Universitaria.
Además, según el informe ministerial “Datos y Cifras del Sistema Universitario Español. Curso 2011-2012”, los alumnos con becas aprueban más que los que no lo son. Superan en 14 puntos la media de rendimiento de todo el alumnado, que es del 65%. Si se analiza el rendimiento académico según el umbral de renta de alumnos con beca, se puede observar que aquellos estudiantes que están en el umbral 1 (el más bajo para su obtención) tienen unos resultados superiores al del resto de becarios, el 82,5 % frente al 79 %. Lo que desmonta la teoría de Wert.
El importe pagado por el Ministerio a los becarios fue de 586,2 millones de euros en total, aparte del coste de las matrículas, que el Gobierno paga a las Universidades y que se cifra más o menos en 220,78 millones de euros. Aunque estas cantidades puedan parecer altas, España sólo dedica un 0,1% de su PIB a las becas, la mitad de la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que destina un 0,2%, de la Unión Europea con un 0,19% y muy lejos de Noruega, que destina un 0,78%.
Cada vez que un nuevo Gobierno llega al poder toca modificar educación. Ahora parece que le toca a las becas, lo que para muchos es su única oportunidad de seguir formándose y cumplir sus objetivos.
Patricia Mateo Moreno
Periodista
