A nivel global, el cambio climático podría reducir los rendimientos de los cultivos y aumentar la dependencia del riego en la década de 2030, pero en algunas regiones, como el sur de África, la producción agrícola podría incrementarse y la agricultura dependería menos del agua, de acuerdo a un estudio publicado el mes pasado (27 de febrero).
Los investigadores de Canadá, China y Suiza, se propusieron predecir el impacto combinado del cambio climático sobre la producción de alimentos y los niveles de agua a nivel mundial, regional y local.
“Un estudio como este no solo proporciona un análisis a gran escala (global y continental) sino también detalles espaciales en profundidad que pueden ayudar a los tomadores de decisión que tienen que ver con mitigación climática y su adaptación a escala local”, dice Junguo Liu, autor principal y profesor de hidrología en la Universidad Forestal de Beijing, China.
Los investigadores usaron conjuntos de bases de datos mundiales sobre suelos, clima, insumos de fertilizantes y cultivos tomando en cuenta si eran de regadío o de secano.
Usando ocho escenarios climáticos, estimaron los rendimientos de tres cultivos básicos —maíz, arroz y trigo—y el uso de agua para el periodo de 2030 en el corto plazo y 2090, para largo plazo. Posteriormente los compararon con las cifras obtenidas en la década de 1990.
“Partes del sur y este del África sub sahariana, a lo largo del valle del Rift, podrían beneficiarse en el corto plazo del cambio climático en relación a los rendimientos de estos tres cultivos alimenticios básicos”, explica Christian Folberth, coautor del estudio e investigador científico del Instituto Federal Suizo de Ciencias y Tecnologías Acuáticas. “Las partes occidental y central, de otro lado, muestran un leve impacto negativo”.
Los investigadores encontraron que las regiones que actualmente cuentan con agua suficiente, como algunas partes del suroriente de América Latina, dependerán más del riego en la década de 2030. Por el contrario, regiones con falta de agua, como la mayor parte del sub Sahara africano, dependerán menos de la irrigación de agua debido a temperaturas favorables.
Folberth dice que hasta la década de 2030, el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera y los pequeños cambios en la temperatura podrían ocasionar un aumento en los rendimientos en algunas regiones si las temperaturas no exceden los umbrales de temperatura de los cultivos. Para la década de 2090, sin embargo, podrían haberse alcanzado dichos umbrales lo que resultaría en un descenso de los rendimientos.
Los investigadores advierten sobre esta arma de doble filo. “Los impactos positivos en el corto plazo pueden ayudar a aliviar los problemas de escasez de alimentos”, afirma el estudio. “No obstante, podrían distraer la atención que se presta a las medidas de adaptación y mitigación para combatir los impactos negativos del cambio climático en el largo plazo”, señala.
Pero Richwell Musoma, agrónomo de riego del Departamento de Desarrollo de Irrigación de Zimbabue, dice que es poco probable que los resultados del estudio se experimenten en la mayoría de países africanos. Cita un estudio de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU, de 2011, que predijo que los rendimientos agrícolas en África sub sahariana disminuirían entre un 20 y 50 por ciento para la década de 2050.
Musoma también destaca que, debido a patrones erráticos de precipitaciones que se han venido presentando en la mayoría de países africanos, el riego se ha vuelto importante y, por lo tanto, es posible que el uso de agua aumente en la década de 2030.
Enlace al estudio
Este artículo fue producido por la Mesa de Edición de SciDev.Net en África sub sahariana.
REFERENCIAS
PLOS ONE doi:10.1371/journal.pone.0057750 (2013)
Bernard Appiah
SciDev.Net