…dijo Antonio Machado, a lo que replicaba aquello de ‘se hace camino al andar’, y yo suscribo sus versos, con su permiso, y el de sus descendientes y herederos, claro está, y los reutilizo, porque estamos gobernados por el sentimiento ecológico del reciclaje, que no plagio, y redirecciono hacia los resultados y conclusiones de la cumbre que se ha celebrado en Washington este pasado sábado.
Una cumbre que no ha hecho más que parafrasear al poeta, ‘se hace camino al andar’, y en sus conclusiones simplemente ha sentado las bases del marco de trabajo para los técnicos, que son los que, en realidad, realizarán todo la labor, los que harán el camino.
La cumbre no ha ofrecido grandes sorpresas, ya que se ha limitado a reafirmar aquellos preceptos que ya estaban en boca de todo el mundo, de todo el mundo con criterio, mejor dicho, y a marcarlos como punto de partida, un punto de partida para un camino largo y empedrado que hoy comenzamos a andar, el camino de la refundación, no sabemos de qué, pero refundación al fin y al cabo.
Y estos preceptos se pueden resumir en tres pilares básicos:
1. Regulación
Todos los economistas, ortodoxos y heterodoxos, académicos y profesionales, coinciden en que el principal origen de la crisis financiera que se ha apoderado de las entidades financieras de todo el mundo ha sido la falta de regulación, la libertad excesiva de las empresas crediticias para especular con los ahorros de sus clientes.
Por ello, cualquier punto de partida para el camino de la refundación debe de iniciarse en el fundamento de la regulación, una regulación positiva que garantice el funcionamiento del sistema, pero nunca una regulación negativa que oprima al sistema.
En este aspecto, España es la adelantada de la clase ya que puede poner sobre la mesa un sistema financiero regulado de manera excelsa, con bancos obteniendo incrementos en sus beneficios año tras año, pero, aún así, perfectamente controlados por una autoridad estatal. Sin embargo, no debemos sacar pecho ante nuestros vecinos, ni creernos los más listos por haber regulado nuestro sistema con antelación, ya que este hecho tiene una única explicación.
Esta explicación es el nefasto caso Banesto, el cuál, a principios de los años 90 desveló todas las vergÁ¼enzas de nuestro sistema, pero que supuso un punto de partida indispensable para iniciar un incremento en la regulación de nuestro sistema financiero. Digamos que España ya sufrió hace casi veinte años lo que el mundo está sufriendo ahora, aunque a menor escala, claro está.
2. Libre Mercado
Algunas voces ignorantes promulgaban el regreso del proteccionismo ante la catarsis del capitalismo que estamos viviendo en la actualidad. Sin embargo, la cumbre de Washington ha mantenido la cordura y ha apostado clara y decididamente por el libre mercado, un requisito indispensable para el crecimiento económico mundial.
Sin embargo, hay un hecho que no ha sido abordado en la cumbre, y no es otro que el ámbito de aplicación del libre mercado. En la actualidad vivimos una situación de libre mercado selectivo y de proteccionismo interesado.
Los países más poderosos protegen sectores considerados como esenciales para la naturaleza del país en detrimento de los países más pobres, capaces de producir a costes inferiores. Un ejemplo evidente es el proteccionismo que hace la Unión Europea en el sector agrícola.
La Unión Europea envía cada año miles y miles de millones de euros a África para promover su desarrollo y su crecimiento económico. Allí, la mayoría del dinero queda en manos de políticos corruptos y milicias rebeldes, contra sí mismas, pero una parte llega a la población, la cuál utiliza este dinero para producir alimentos.
El problema radica en que cuando intenta vender estos alimentos en la Unión Europea se encuentra con aranceles excesivos y con cupos que les impide vender sus productos en igualdad de condiciones que sus competidores europeos.
Por tanto, libre mercado, sí, pero libre mercado para todos y en todas las circunstancias. ¡Basta ya del libre mercado selectivo!
3. Organismos Supranacionales de Control
La globalización se ha apoderado de nuestros mercados financieros y económicos, por lo que no tiene ningún sentido que se intente controlar un mercado supranacional con organismos de control nacionales.
Por tanto, la regulación promulgada en el punto 1 debe de ser llevada a cabo por organismos supranacionales, los cuáles no pueden estar politizados o mediatizados por el poder de determinados países, como los están el FMI y el Banco Mundial, los cuáles no son más que juguetes en las manos de los Estados Unidos.
En definitiva, ‘caminante no hay camino, se hace camino al andar’, y estos tres pilares deben de servir para construir los cimientos del nuevo capitalismo, ¡qué fácil se dice ahora esta palabra cuando hace un año estaba apartada de los circuitos económicos!, y comenzar a andar el camino.