Me escribe una mujer que firma como «una catalana» y encabeza su escrito con lo que completa este párrafo y me dice. «Sr. AGF. Seguramente me recordará de otras intervenciones un tanto caldeadas por cuestiones que nos separan a los catalanes y españoles eternamente fomentadas por intereses políticos y demás».
El escrito es largo y no ha lugar a referir más; pero tras leerlo y a renglón seguido; sonriéndome de buena gana; le correspondo de la forma que sigue.
Pues no, no la recuerdo puesto que «una catalana» no me dice nada; otra cosa sería que firmasen con nombres y apellidos, pero eso aquí en la red «por lo visto da miedo, no vayan a caparlos»; pero en fin, hay que atenerse a lo que hay. Yo nunca he tenido miedo de reflejar mi nombre y mis apellidos; con lo que honro a mis padres.
Quiero significarle que yo no tengo nada en contra de Cataluña y los catalanes; sí con esa parte de catalanes que son sanguijuelas chupadoras de dinero público y español (el que chupan de la región también es español) y de lo que ustedes tienen una plaga considerable y a la vista está hasta esa «gorda sanguijuela chupadora», del Palacio de La Música y cuyo nombre por despreciable, ni merece reflejarse.
Es más, yo soy admirador de esos buenos catalanes, trabajadores, ahorradores, buenos planificadores de negocios honrados y prósperos; con los que en tiempos me relacioné comercialmente y de los que aprendí cosas muy útiles. Es más, las veces que yo he estado en Cataluña me he sentido como en otra cualquier parte de España y allí me han atendido bien y correctamente y en el idioma común, que es el español; por tanto me identifico totalmente con esa Cataluña admirable.
Estoy leyendo ahora un muy interesante libro titulado precisamente «CATALUÑA de tamaño natural» y escrito por un barcelonés, cual fue Víctor Alba y a través del mismo, me estoy enterando y confirmando muchas cosas de esa región, que como todas tiene también sus lagunas y negruras; por tanto si no lo ha leído, le sugiero lo busque y lo lea. Recomiendo su lectura puesto que hace una buena disección de la región catalana y sus moradores, a través del tiempo.
Lo primero que va a entender es que en general, la mayoría de catalanes siempre se consideraron españoles, puesto que la situación geográfica de esa región es ser o española o francesa y de hecho, la parte catalana de la otra parte de Los Pirineos, se la apropió Francia y allí si que son centralistas y usted lo sabe mejor que yo. De similar forma le diría si usted fuese vasca, puesto que igualmente y durante bastante tiempo me relacioné con empresarios vascos y puedo decir de ellos igual que lo que digo de los catalanes. También lo que afirmo de «o españoles o franceses».
Por ello déjense de chuminadas, llévense bien con el resto de españoles, puesto que nos necesitan ustedes mucho más que nosotros a ustedes (el territorio catalán ES POBRE EN RECURSOS también el vasco) ya que les compramos sus productos, sus servicios; les prestamos nuestro dinero; además les facilitamos materias primas y les entregamos lo mejor de nuestra juventud en su momento, pues ahí y por ejemplo, está lo que se puede considerar como «LA NOVENA PROVINCIA ANDALUZA»… y un par de generaciones más que procrearon esos emigrantes, que lo fueron por cuanto Franco les dedicó a ustedes mucha más atención y recursos dinerarios, que a esas zonas donde tuvieron que salir, aquellos que no tenían otra solución que le emigración.
Por todo ello, vamos a arrimar el hombro todos y de paso, echar a estos nefastos políticos que nos han caído en desgracia EN TODA ESPAÑA; y hagamos entre todos una nueva España, que ocupe el lugar que le corresponde y que dentro de ella, cada región prospere según pueda dentro de su propio esfuerzo y bajo una verdadera tutela nacional, que nunca hubo en esta nación que aún se sigue denominando internacionalmente España y en la que nadie tiene que renunciar a sus peculiaridades, regionales, provinciales, comarcales o locales. No es necesario; eso han sido terribles armas políticas para esos despreciables individuos que dicen ser políticos y que de la verdadera política lo ignoran todo; o son tan perversos que…?