Hace poco más de un año recibíamos la noticia de que Aaron Swartz, un activista defensor de la libre distribución y acceso a la información y estudiante de la Universidad de Harvard, había hecho una descarga masiva de artículos de JSTOR, más en concreto 4,8 millones de documentos, desde las instalaciones del MIT.
Por todo ello, la Fiscalía Federal de los Estados Unidos solicitaba una pena de 35 años de carcel y una multa de un millón de dolares, aunque Swartz no sólo no publicó los artículos por los que lo arrestaron en 2011 sino que los devolvió. JSTOR había manifestado que no quería verlo enjuiciado y el MIT se mantuvo ambiguo sobre su voluntad.El pasado 11 de enero decidió quitarse la vida. No se sabe cuales fueron las causas reales, aunque su familia, en un comunicado, expresa que su suicidio “es el producto de un sistema judicial plagado de extralimitaciones en intimidación y persecución. Las decisiones tomadas por el fiscal general del estado de Massachusetts y del MIT han contribuido a su muerte”. Swartz no buscaba su lucro. Es más, había hecho una pequeña fortuna al vender Reddit, una red social y agregador que había creado. También había colaborado en su momento en la creación de los RSS.
Es posible que algunos buscaran dar un escarmiento público en la figura de Swartz. Es posible también que en este caso sus esfuerzos se vuelvan en su contra.
Es conveniente reflexionar sobre la necesidad de replantearse la evaluación de la investigación, porque el actual sistema, de forma indirecta, facilita la riqueza de unos pocos a costa del trabajo y esfuerzo de muchos, y estamos hablando de editoriales científicas, de investigadores, de centros de investigación y de dinero público.
Las citas son un buen indicio de la calidad de los trabajos, pero no tiene por qué ser el único, ni tampoco tienen por qué recogerse sólo en revistas de calidad y alto coste económico. El Open Access, en todas sus vertientes (Open Data, Open Journal, Repositorios, etc.) no es, o no debería de ser, una moda. Es un cambio de mentalidad, es un cambio de sistema. Pero primero se lo deben de creer los propios interesados: los investigadores, y con ellos vendrá el cambio en los centros de investigación y en las autoridades que los dirigen.
Más información en
La Vanguardia:
http://www.lavanguardia.com/tecnologia/20130114/54361888364/aaron-swartz.html
La BBC:
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/01/130113_aaron_swartz.shtml
Fuente: cienciayficcion.wordpress.com