EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Leo en distintos medios de comunicación que el presidente de la Generalitat Valenciana, Francesc Camps y el secretario general del PP valenciano y diputado autonómico, Ricardo Costa, han presentado, mediante un comunicado, un resumen de los bienes que poseen.
La verdad es que el patrimonio que han declarado no es nada envidiable. En el caso de Camps, todo se concreta en los bienes que posee una familia normal, piso, coche y poco más. En cuanto a los bienes de Costa, su patrimonio se fundamente en dos hipotecas, un préstamo y un saldo negativo en sus cuentas que asciende a 1.435 euros. También hay un coche para lo cual contrajo un préstamo personal de 30.000 euros. Todo normal en una familia de clase media.
Yo no sé a que es debida esta declaración pública de sus bienes, que a mí me parece, más que una manifestación de su patrimonio, la presentación de un certificado de pobreza. Si lo que se pretende es justificar lo de los trajes esto en absoluto demuestra que esos trajes no se los regalaron sino que los pagaron ellos. El que uno posea un patrimonio más o menos elevado no quiere decir que alguien, supuestamente, les regalara esos trajes. Lo único válido para demostrar que esos trajes los pagaron ellos es mostrando las correspondientes facturas y estas no aparecen por ninguna parte, dado lo cual mucha gente comienza a pensar que algo tiene el agua cuando la bendicen. En cualquier caso ese intento por demostrar que con los elevados emolumentos que ambos perciben por el desempeño de sus cargos públicos están soportando las mismas vicisitudes que una familia normal, la verdad, cuesta de asimilar. Aunque en el caso de Camps señala que posee dos cuentas en Bancaja, no señala el saldo existente en las mismas, a más de dos seguros de vida y un plan de pensiones, hay que reconocer que los dos seguros de vida y el plan de pensiones no lo tiene una familia trabajadora. Al menos no la mayoría de ellas.
Reitero mi impresión: Más que una declaración de patrimonio me ha parecido un certificado de pobreza. A lo mejor es que ambos piensan pedir una ayuda a la consejería de Bienestar Social.