La felicidad es una búsqueda constante del ser humano que implica la realización en el ámbito profesional puesto que cada trabajador aspira a realizar su vocación y a ser reconocido profesionalmente. Por esta razón, en un momento de crisis económica en el que el número de desempleados es muy elevado, los expertos en psicología explican que han aumentado de forma notable los casos de depresión y estrés. El dinero no da la felicidad, sin embargo, como bien expresó Maslow la economía es uno de los pilares del bienestar y la base para poder desarrollar valores más elevados.
Cualquier persona aspira también a ser feliz en el ámbito personal. En este sentido, existen muchos modelos de vida diferentes. Algunas personas prefieren disfrutar de la libertad de la soltería mientras que otras quieren casarse y formar una familia. En ese caso, resulta más difícil todavía para una pareja organizar el trabajo fuera de casa con las obligaciones del hogar y el cuidado de los niños.
De este modo, hoy día, muchos jóvenes abusan también de los llamados abuelos canguro. Es decir, en esta sociedad muchos abuelos atienden a sus nietos a lo largo de la semana tras la jubilación. Esta labor requiere de tantas horas que prácticamente podría decirse que las personas mayores sienten un enorme cansancio por este motivo. La dificultad por conciliar el trabajo con el cuidado de la familia se hace todavía más difícil en las vacaciones escolares de los niños.
Para conciliar el trabajo con el cuidado del hogar a veces se necesitará la ayuda de una niñera que pueda cuidar de los niños durante unas horas cada día. En este sentido, conviene contratar a una persona que pueda aportar referencias en el desarrollo de esta profesión.
Hoy día la mujer triunfa en el ámbito laboral igual que lo hace cualquier hombre. Una conquista que ha supuesto muchos siglos de historia. Pero a veces, la mujer también tiene un alto nivel de autoexigencia por eso existen personas que confiesan que sienten cierto nivel de culpabilidad porque creen que no están dedicando todo el tiempo que debieran a la familia como consecuencia del trabajo. Lo cierto es que conviene evitar dicha autoexigencia y pensar que lo más importante no es el tiempo que se pasa con la familia sino la calidad de dichos momentos.
Para compatbilizar el trabajo con el cuidado del hogar conviene apostar por la organización eficaz del tiempo para poder disfrutar también durante el tiempo de ocio.
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