He tenido conocimiento a través de la Prensa de una nueva sorpresa que nos está preparando el Ministro de Educación y Cultura: prepara un Real Decreto que obligaría a los docentes a impartir clases que podrían resumirse en plan de chanza en que profesores de Lengua impartirán Danza y los de Filosofía, Iniciación a la Empresa…
Wert se justifica en su necedad que es necesario establecer una nueva asignación de materias a las distintas especialidades de los cuerpos docentes…
En una nota enviada a los medios, el CSI-F previene contra la intención del Gobierno de que los centros de Secundaria, Bachillerato y FP puedan «asignar a enseñanza de materias a profesores de otras ramas del conocimiento», tal y como se desprende del borrador del Real Decreto Ley de Especialidades de la profesión docente en el que el Ministerio de Educación está trabajando.
Es incomprensible que este señor haya sido nombrado Ministro, pero mucho más incomprensible es que siga ejerciendo a pesar de las barbaridades que lleva cometiendo durante toda la legislatura. Queda claro que de Cultura, ni sabe, ni ve, ni entiende.
¿Se puede imaginar este señor, el enorme sacrificio que realizan los jóvenes artistas de la Danza, con los dedos de sus pies en sangre, cansados después de un día lectivo en su Instituto, para que al llegar al Conservatorio un señor lea su manual antes de dar la clase en vez de ser un/a profesional que les estimule en su trabajo?
Tenemos la enorme suerte en Alicante de poder contar con uno de los Conservatorios con mayor número de alumnos que sobresalientes en el arte de la danza. ¡Se lo han ‘currao’! Hace tres años, para que les arreglasen sus clases en mal estado, salieron a bailar a las calles y plazas con pancartas: “Bailamos en las calles porque nuestras clases son inseguras y están rotas” y demostraron lo suyo, el arte que llevan en la sangre. Ese arte que al parecer el Ministro no quiere que se desarrolle. Prefiere que quienes tengan para pagarlo, manden a sus hij@s a París o a Londres.
Menos mal que para cuando termine de desarrollar su decreto, posiblemente los españoles le habrán mandado a su casa.