Los famosos ¡yo te prometo!, mayoritariamente dichos para quedar bien ante los demás, y mayoritariamente incumplidos u olvidados. Ya desde nuestra infancia hacemos tantas promesas, sabiendo en el fondo que es una excusa, o una forma de pedir más tiempo para no hacer lo que se te ha mandado…
Me tenéis que reconocer que, todos en general, los hemos utilizado y continuamos utilizando. Ahora, cuando se trata de compromiso, para mí, y repito, para mí particularmente, tiene un significado muy especial. Vivo rodeado de muchas promesas que, en un principio, cuando no se cumplían, me disgustaba, pero ahora me he vuelto un tanto escéptico, y cuando uno se compromete no me vale la palabra, me valen los hechos, que a fin de cuentas son las acciones lógicas que conllevan un compromiso, si no, acabas porque la gente desconfié de ti, y el día que hayas reunido la fuerza y voluntad necesaria para realizar lo que dices, te encontrarás con incomprensión e incredulidad, porque a consecuencia de nunca cumplir tus compromisos, la gente no confiará en ti.
Por desgracia, en un pasado, aprendí esta dura lección, pues hacía exactamente lo mismo para disculpar mi adicción.
No hay nada más desagradable que generar falsas expectativas, con promesas que sabes no vas a realizar, pero lo haces para incentivar a la otra persona, y eso a mí me parece cruel. Es preferible ser realista y no dar falsa esperanzas. Las cosas son como son, y como tales hay que afrontarlas. No es bueno adornarlas con bellas promesas y bonitas palabras, eso es una equivocación que el ser humano, y me incluyo, tiende a cometer.
Si lo que va a venir duele, cuéntalo tal cual, porque el desengaño es algo en lo que se sufre mucho, y prometer algo a sabiendas de que luego no lo vas a cumplir o no se va a cumplir, es no pensar en los sentimientos y en la confianza que están depositando en ti. Sé sincero y consecuente y no hagas falsas promesas.
La verdad es que hoy en día el mundo está lleno de todas ellas. Comprometerse con uno mismo y llevar a cabo eso en lo que te has comprometido es un acto de madurez y de sabiduría que enriquecerá tu persona. Lo mismo que haberlo intentado y no haberlo logrado. Tú lo has intentado, se retoma y se vuelve a la carga, es decir, continúas con tu compromiso y no te ha podido el fracaso.
Lo que está claro es que todos, a veces, prometemos o nos comprometemos más de la cuenta, y siempre es por lo mismo, por no saber decir ‘no puedo’ o el famoso ‘no’ por el siempre a todo que ‘sí’… y luego pasa lo que pasa: no podemos cumplir con todos, ni con nosotros mismos.
¡Qué complicados somos, siempre queriendo vender a los demás lo que realmente no somos!